Rouco ha advertido de que Eurovegas es un "complejo de desarrollo turístico, para ocio y tiempo libre y para el juego" y que "los peligros y riesgos que van unidos a estos complejos siempre son conocidos" y afectan a "la moral de las personas, sobre todo de los jóvenes".

Comprensión con los obispos
El jefe de la Conferencia Episcopal ha mostrado su comprensión con que los obispos de la zonas donde podría levantarse el proyecto "hayan dado la voz de alarma".  En su opinión, de ello "se desprende que las autoridad pública tiene una responsabilidad muy grande" para prevenir "a través de la ley y medidas administrativas" estos riesgos.

Riesgos no inéditos
Pero Rouco no ha querido mostrarse excesivamente crítico y ha subrayado que estos peligros "no van a ser absolutamente inéditos", pues se encuentran en "casi todas las ciudades europeas, por no decir en todas". En ese contexto, ha defendido que "Eurovegas significa una razón más para un esfuerzo de pedagogía y evangelización".

¿Sin privilegios"
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha aprovechado su discurso del debate sobre el estado de la región para asegurar que Eurovegas "no va a gozar de ningún privilegio" y "va a estar siempre sometido al imperio de las leyes". Aunque esa afirmación no rechaza que se puedan cambiar leyes para que Eurovegas las pueda cumplir, como ella mismo ha pedido en numerosas ocasiones.

"Una frivolidad"
Aguirre ha afirmado que puede entender que a algunos madrileños no les guste un proyecto basado en el ocio los servicios, pero ha añadido que "cuando el paro en Madrid y en España alcanza las cifras astronómicas que ya ha alcanzado, dejar pasar una oportunidad  de este calibre hubiera sido  una frivolidad imperdonable".