Decía la vicepresidenta que Mariano Rajoy, en la famosa reunión ‘secreta’ que había mantenido con Alfredo Pérez Rubalcaba (recordamos que la reunión dejó de ser ‘secreta’ porque el propio presidente del Gobierno, demostrando que la discreción no es una de sus grandes virtudes, la desveló nada menos que en el Congreso) había puesto sobre la mesa varios NOMBRES para ocupar el cargo de presidente de RTVE.

Una vicepresidenta entre  corrillos
En consecuencia, Soraya Sáenz de Santamaría llevaba a los periodistas que le escuchaban a la conclusión de que era la tozudez del líder socialista y su cerrazón a negociar la que había forzado al Ejecutivo, que no lo quería, pobre, a tener que romper la baraja y acabar con el actual sistema de elección del Presidente de RTVE y el Consejo de Administración que exige un respaldo de al menos dos tercios del Congreso -es decir, obliga a un consenso entre las fuerzas políticas- y sustituirlo por uno que permite realizar los nombramientos con simple mayoría. Curiosamente, la que tiene ahora el PP, por lo que se ‘libera’ de negociar ya nada.

Los ‘medios afines’ compraron la historia sin preguntar más. Así, La Razón publicaba hoy, por ejemplo, que “El Ejecutivo planteó al PSOE nombres concretos para la presidencia y el consejo (de RTVE), pero Rubalcaba los rechazó de plano…El PP cumple con su deber de poner fin al bloqueo de la televisión estatal”.

La negociación era en realidad la imposición de un solo nombre
Nosotros hemos estado preguntando. Y la verdad parece ser muy diferente de la media verdad que contó ayer la vicepresidenta. Aunque en el PSOE hay un empecinamiento, muy reflejo de la personalidad de su Secretario General, en no romper el compromiso dado de mantener la palabra y respetar la discreción sobre una reunión que ya Mariano Rajoy desveló, El Infiltrado ha podido saber que el presidente sólo ofreció UN nombre a Rubalcaba, y que ese nombre era el de un profesional de perfil tan 'de cabecera' del PP, tan de 'cuadra', que haría imposible mantener el perfil de independencia de la actual radiotelevisión pública reconocido, como contamos en ELPLURAL.COM, en las encuestas públicas y en las audiencias de los informativos.

No estaría mal, eso sí, que el PSOE se dejara de tanto escrúpulo y facilitara ese nombre para que se desenmascarara, aún más, el proyecto que el PP tiene para la televisión pública, y que, dados por ejemplo los recortes presupuestarios a que ha sometido a la Corporación, no parece ser otro que el convertirla en un medio de comunicación intrascendente.