La franja de tarde se ha convertido en una de las más convulsas de nuestra televisión, con las distintas cadenas luchando por hacerse un hueco. Sin embargo, el ruido parece haberse acrecentado desde la llegada de un nuevo actor al ámbito de las temáticas, pero parece haberse olvidado una realidad: el cambio en el comportamiento de los espectadores cuando el mes de junio se asienta en España. Entonces, ¿sigue siendo la televisión un atractivo cuando empieza el calor?
Históricamente, el consumo televisivo suele iniciar una tendencia descendente en el mes de junio; algo que posiblemente no suceda en esta ocasión a consecuencia de la celebración de la Eurocopa 2024. Entonces, para conocer los detalles de seguimiento en esta franja tan codiciada como es la tarde, procedemos a iniciar un análisis en base a los datos aportados por Dos30', centrado en la primera quincena del citado ejercicio durante las jornadas laborables.
El consumo de televisión en la tarde: casi 30 millones de españoles
En primer lugar, la fortaleza de la televisión en la franja de tarde vuelve a tornarse indiscutible. De 17:00 horas a 20:30 horas, un total de 29,4 millones de personas cogen el mando a distancia para disfrutar de las distintas ofertas gratuitas de nuestra pequeña pantalla. Es decir, durante la primera quincena de junio, la televisión ha ostentado una cobertura del 63,2%.
Y es que la televisión gratuita, la de toda la vida, sigue acompañando a millones de espectadores cada día. Las cadenas generalistas, temáticas y autonómicas componen ese 63,2% de cobertura, posicionándose muy por encima del resto de la oferta. En definitiva, esto significa que la parte restante de la tarta ostenta un 36,8%, generándose una brecha abismal: +26,4 en favor de los contenidos en abierto.
Las generalistas ganan por goleada: su consumo supera el 76%
En segundo lugar, se procede a poner en valor el innegable músculo de los grupos generalistas de nuestra televisión. Las ofertas de Atresmedia, Mediaset España y Televisión Española (TVE) ostentan un consumo en los días laborables de la primera jornada de julio del 76,7%; es decir, aproximadamente 22,5 millones de espectadores sintonizan con sus cadenas.
Pese al ruido generado en redes sociales con la llegada de nuevos actores, las cadenas temáticas de la Televisión Digital Terrestre (TDT) firman un consumo del 16,7%. Una cifra digna de tener en cuenta, pero todavía muy lejos de los grandes grupos. En este caso, el número de seguidores que han consumido sus ofertas se mueve alrededor de los 4,91 millones. Cierran los canales autonómicos con un 6,7% y 1,97 millones de televidentes.
¿Quiénes ven la televisión por las tardes?
En tercer lugar, cabe preguntarse por el perfil de los espectadores de la televisión en abierto. Ya se ha citado que la cobetura en el periodo de análisis alcanza los 29,4 millones, pero ahora toca conocer quién se asoma a la pequeña pantalla.
Son los mayores de 65 años quienes más disfrutan de la televisión en abierto por las tardes, con una cobertura del 85,7%. Le siguen los espectadores cuya edad está comprendida entre los 45 y los 65 años, con un destacado 72,6%. Pero atención porque el tercer grupo con mayor peso es el de los niños: de 4 a 12 años, la cobertura es del 50,9%. A continuación nos encontramos a los jóvenes adultos de 25 a 44 años (49,6%), y cerrando a los jóvenes de 13 a 24 años (38,6%).
Junio siempre provoca cambios en el consumo
En cuarto lugar, las diferencias territoriales también se tornan como algo interesante de analizar. En ocasiones, los modos de vida en función de cada territorio son sustancialmente distintos, pero entonces, ¿cuáles son las regiones donde más se ha consumido televisión durante las tardes laborables de junio?
La corona se queda en Castilla-La Mancha, con una cobertura para la televisión en abierto del 70,3%. Mientras tanto, la plata se queda en Cantabria (69,6%) y el bronce es para Castilla y León (68,4%). Unas cifras que, de nuevo, ponen sobre la mesa la importancia y el valor de los contenidos gratuitos.
Las audiencias siempre cambian en junio, que nadie se alarme
En último lugar, es necesario tener en cuenta una realidad: cómo el mes de junio comienza a alterar las mediciones de audiencia. Algo que ocurre año tras año y para nada es novedad tiene que ver con los cambios en el perfil del espectador.
Este ejercicio se caracteriza por el aumento del calor y las buenas temperaturas, realidad que se traduce en que los potenciales espectadores abandonan sus hogares para disfrutar de la vida en las calles. Pero además, la vida laboral comienza a cambiar: jornadas reducidas, inicio de vacaciones y hasta teletrabajo en algunas ocasiones.
Respecto a los más pequeños y los jóvenes, el mes de junio también se convierte en una especie de punto de infexión. Los horarios de los colegios varían, trayendo consigo una salida adelantada de los alumnos. Y ya se ha hablado de esta cuestión durante décadas porque se convierten en los reyes del mando a distancia, decidiendo qué sintonizar en la pantalla reina de nuestros hogares. Tampoco puede olvidarse el aumento de tiempo libre en los más jóvenes durante el último mes de institutos, o incluso el final de los exámenes de selectividad.
Al respecto cabe recordar algo que siempre ocurre. Los principales espacios de las cadenas generalistas pierden seguimiento en el mes de junio por todo lo descrito, mientras que la televisión en abierto sigue ganando por goleada al resto de servicios que ofrecen entretenimiento audiovisual.
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