Las cámaras del plató de la actual edición de Supervivientes no mostraron uno de los momentos más escandalosos. Y es que el programa tuvo que ser cortado diez minutos antes de lo previsto y todo por la familia Bollo.

Carlos sobera, el presentador, tuvo que intervenir para parar los pies a Manuel Cortés. Isa Pantoja, Alexia Rivas y Carmen Borrego tuvieron que salir escoltadas y por la puerta de atrás de Mediaset ante la tangana que se formó con la familia Bollo y algunos amigos y familiares que estaban en plató.

“Inaudito”, “bajuno”, “escandaloso” y “agresivo” fueron las palabras con las que este miércoles Sálvame y sus colaboradores describieron lo sucedido. “En el plató de Supervivientes se vivió algo escandaloso, una situación escandalosa protagonizada por Raquel Bollo, Alma Bollo y Manuel Cortés minutos antes de que terminara el programa”, decía Mayte Ametlla.

Montaron un circo imparable, hasta tal punto que miembros de la producción tuvieron que sacar del plató, acompañados por seguridad, a Isa Pantoja y a Carmen Borrego para que no sucediera algo peor de lo que estaba pasando. Se lió parda. Incluso Carlos Sobera, el presentador con más templanza, también perdió los papeles, que acabó diciendo 'ya basta, dejadme en paz'. Lo que ocurrió fue inaudito”, continuaba.

Pero aunque no existen imágenes del momento en Supervivientes, Sálvame repasó las imágenes de lo ocurrido durante el programa. En ellas se ve a Raquel Bollo lanzándose como un toro hacia Carlos Sobera. “La agresividad de Manuel Cortés hizo que Carlos Sobera tuviera que pararle los pies”, ha contado por su parte Terelu Campos.

Mientras Ametlla añadía: “No quiero utilizar las palabras violencia y agresividad, pero fue un comportamiento bajuno, poco digno de gente que trabaja en televisión, con dedos señalando y diciendo cosas feísimas que me niego a repetir porque mi elegancia no me lo permite”. “En los últimos segundos de emisión podemos ver como Raquel se levanta y se dirige a Sobera y por los gestos parece que algo le recrimina. Una actitud amedrentante de la que es testigo Marina, la defensora de Artur”.