Las Campanadas de David Broncano y Lalachus prometían dar mucho de qué hablar, sin embargo, nunca imaginamos que sería de esta manera. La presentadora mostraba una estampita de la vaquilla del Grand Prix, como si del Sagrado Corazón de Jesús se tratara, para acompañar su alegato a favor de la televisión pública. Su gesto despertó la ira de la ultraderecha y los más conservadores, que han desatado una ola de odio en contra de la humorista, llegando a querellarse contra ella en algunos casos. Este martes, tras el final oficial de las festividades navideñas, Félix Bolaños intervenía en La hora de La 1 y, junto a Silvia Intxaurrondo, ponía pie en pared contra el acoso a la de La Revuelta.
El actual ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños era entrevistado por Silvia Intxaurrondo, quien, sin dudarlo, mandaba "un beso enorme a Lalachus" a raíz de la "polémica montada por unos ultras": "Vimos odio, vimos inquinas, vimos muchas fobias. ¿Para cuándo ministro la reforma del Delito de ofensas religiosas?", le preguntaba. El socialista destacaba que esta reforma "es una de las medidas que estaba incluida ya en el Plan de Acción por la Democracia que anunciamos en septiembre": "Es decir, lo que ha hecho esta polémica no es que el Gobierno priorice esa reforma, sino poner encima de la mesa la necesidad de abordar esa reforma".
El ministro insistía en que la reforma llegará y volvía a defender a Lalachus y al equipo de TVE que estuvo detrás de las Campanadas; equipo que ha sido acusado de llevar a cabo "un posible delito de odio y contra los sentimientos religiosos" por parte de Abogados Cristianos. "Tenemos que garantizar la libertad de expresión, la libertad de creación, no puede ser que hacer humor sea delito, no puede ser, y sin embargo, lo que están haciendo los ultras es intentar amedrentar y acosar a las personas que no piensan como ellos, les acosan, intimidan, intentan que se autocensuren cuando hagan humor o expresen sus opiniones libremente", hablaba sobre la campaña de odio y humillación que colea desde el pasado 1 de enero.
"Esa no es la democracia que queremos, queremos una democracia donde por supuesto, con respeto profundo a la libertad religiosa y las creencias de cada cual, pero no puede haber un delito en hacer humor, en hacer alguna expresión de creatividad. Lo que están haciendo es su trabajo, como en las Campanadas de TVE", añadía el miembro del Ejecutivo. Antes de pasar al siguiente asunto, Bolaños subraya la importancia de preservar la democracia: "Está claro que detrás de esta campaña de los ultras de intentar inculcar el odio en las sociedades, de intentar dividirnos, de intentar divorciar la realidad de lo que es el pensamiento y la opinión pública hay unos intereses. Detrás de la campaña de odio y mentiras hay unos intereses ultras muy potentes para socavar la democracia y el estado del bienestar de nuestro país, y eso es lo que al final aflora en esta cuestión como en tantas otras".
Las denuncias de Abogados Cristianos y Hazte Oír a Lalachus
La primera denuncia a Lalachus, y también al presidente de RTVE, José Pablo López, llegaba por parte de Abogados Cristianos. Lo que fue un alegato en favor de la televisión pública, fue interpretado como "un posible delito de odio y contra los sentimientos religiosos" por la asociación de ultraderecha, que considera que el gesto de la presentadora "denota un claro menosprecio y burla hacia los ritos y símbolos del catolicismo", además de suponer "una vejación, una injuria y un ultraje hacia los sentimientos religiosos y las creencias católicas".
Abogados Cristianos denuncia que es un "ataque a los cristianos" con el objetivo de "generar polémica y así aumentar audiencia, algo que ya ocurrió con la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos" y que "estos comportamientos no pueden quedar impunes si queremos poner freno a la cristianofobia, cada vez más presente en nuestro país".
Por otro lado, este jueves, 2 de enero, llegaba el turno de Hazte Oír, que anunciaba su querella a través de X -anterior Twitter-: "Denuncia presentada. Hazte Oír cumple. Le pese a quien le pese". En el fragmento que se podía ver en la imagen adjunta por ellos mismos, se lee que el motivo que alegan para presentarla es "una ofensa a los sentimientos religiosos".