Oppenheimer fue la gran triunfadora de la 96º edición de los Premios Oscar. Una gala presentada por Jimmy Kimmel y que protagonizó de cabo a rabo el filme de Christopher Nolan, que se alzó con hasta siete estatuillas, incluyendo la de mejor actor y actor de reparto para Cillian Murphy y Robert Downey Jr respectivamente. Hubo quien intentó arrebatarle su noche a la película basada en la vida del físico teórico. Nada más y nada menos que John Cena, que fue el encargado de entregar el premio a Mejor Vestuario aunque su aparición en el escenario dejó a más de uno boquiabierto. Un gag que se coló entre los mejores momentos de la ceremonia y que esconde un homenaje a otro memorable -y reivindicativo- episodio de la historia de los Oscars.

El archiconocido luchador de la WWE John Cena se erigió como uno de los grandes protagonistas de la 96º ceremonia de las Premios Oscar. La gala quedará grabada en la retina de muchos, no sólo por el aplastamiento de Oppenheimer, que coleccionó hasta siete estatuillas -incluidas las de dirección, actor y actor de reparto-, sino por la aparición estelar de uno de los buques insignia de la lucha libre norteamericana. El excampeón fue el encargado de entregar el galardón a mejor diseño de vestuario, que iría a parar para Pobres Criaturas, una de las grandes cintas de esta edición.

John Cena, que está viviendo una segunda juventud delante de las cámaras, mención aparte el éxito cosechado con su Peacemaker en la serie homónima de HBO y spin off del reboot de Suicide Squad (James Gunn) y ahora Argyle o Grand Death Lotto. El intérprete sorprendió a todos cuando Jimmy Kimmel, presentador de la 96º ceremonia, le daba paso para salir al escenario para entregar el Oscar a mejor vestuario.

El desnudo de Cena

El premio, que fue a parar a Pobres Criaturas (Giorgios Lanthimos), quedó eclipsado por al divertidísimo gag que protagonizó el de West Newbury. Cena asomaba la cabeza entre las lindes del escenario. Se le presumía sin camiseta, con el torso al aire, pero nadie podría esperar cómo finalmente saldría. Kimmel fue a buscarlo, cuando vio que estaba completamente desnudo y así se lo hizo saber también a los espectadores. “¿Os imagináis que un hombre desnudo corriera por el escenario? He dicho, ¿os imagináis que un hombre desnudo corriera por el escenario hoy?”, dijo Jimmy Kimmel.

Unas palabras que resonaron en el imaginario de los más veteranos, pues el presentador recordó el momento reivindicativo de Robert Opel en la ceremonia de 1974, cuando salió al escenario completamente desnudo, cruzándolo y haciendo el símbolo de la paz con su mano izquierda. El objetivo de Opel, fotógrafo de profesión, no era otro que reivindicar los derechos de los homosexuales en una época bien distinta a la actual, mucho más conservadora. El streaker saltó al escenario, a la espalda de un David Niven y una Elizabeth Taylor que no imaginaron lo que pasaría por detrás.

Cuando Jimmy Kimmel pronunció aquellas palabras de homenaje a Opel, aparecía la cabeza de John Cena detrás del escenario, contestando que había cambiado de “opinión”. “No quiero correr desnudo. No me siento bien haciéndolo. Este es un evento elegante, debería darte vergüenza proponer una broma de tan mal gusto”, le replicó el intérprete, al tiempo que el presentador intentaba convencerlo alegando que era parte del espectáculo. “El cuerpo de un hombre no es una broma”, continuó el exluchador, mientras el resto de asistentes no podía contener las risas.

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