Federico Jiménez Losantos, conductor de ‘Es la mañana de Federico’, en esRadio, ha valorado este lunes la manifestación del PP este domingo en contra de la amnistía celebrada en la plaza de Felipe II de Madrid y sus calles adyacentes. Cerca de 40.000 personas, según la Delegación del Gobierno -cinco mil menos según la Policía Nacional-, se dieron cita en el corazón de Madrid para pedir al Gobierno que no conceda la amnistía a los líderes independentistas del procés a cambio de los votos en la investidura. Losantos, como es habitual, ha ensalzado la gran participación, pero, a su vez, ha criticado la estrategia de cierto núcleo duro del PP en la organización del acto.

“Mañana será el intento de investidura y ayer fue la demostración de lo que yo me he cansado de contar: la masa social de la derecha responde siempre, pero, por lo general, la dirección no les trata bien”, ha arrancado, pasando a narrar lo que “primero fue una manifestación, luego se dejó en concentración y finalmente fue un acto de partido”.

Todo esto, claro, es culpa de cuatro personas a las que Losantos tiene entre ceja y ceja. El conductor de ‘Es la mañana de Federico’ se ha cansado de repetirlo. Hay que echar a los sorayos -en referencia al ala del PP más moderada que recuerda a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría-. Concretamente, hay que entregar la carta de despido a cuatro dirigentes de la dirección popular: Cuca Gamarra, Esteban González Pons, Elías Bendodo –“el chico de Moreno Bonilla”- y Borja Sémper.

También ha criticado al expresidente Mariano Rajoy: “Ayer el discurso de Rajoy no hubiese sido malo si no lo hubiese dicho él. Presumió del 155. ¡Pero si no aplicó nada!”, ha lamentado. Además, ha hecho su particular disertación de lo que ocurrió este domingo en la plaza de Felipe II, frente al Wizink Center.

“La gente se movilizó porque quieren proteger España, no animar a Feijóo”, ha explicado, señalando que no es el carisma del presidente del PP lo que moviliza a las bases de un partido que esta semana se enfrenta al debate de investidura sin los apoyos necesarios para que el candidato popular sea investido presidente del Gobierno. Ellos lo saben, Losantos lo ratifica y Sánchez aguarda su turno convencido de que la legislatura echará a andar con una mayoría sólida que permita su investidura una vez los plazos se confirmen, el rey lo designe como candidato y la presidenta de la Mesa del Congreso, Francina Armengol, establezca la fecha de su coronación.

La investidura

“¿Mañana en la investidura, qué? Si no tienes escaños pues no los tienes. Císcate en la puta madre que parió al socialismo”, ha reclamado, animando así al presidente del PP a abandonar la estrategia de buscar apoyos imposibles y labrarse una buena oposición para cuando llegue el turno de volver a pasar por las urnas.

“Yo le pido a Feijóo que no dé clases de socialistas a los socialistas. Espero que solo votase al PSOE con González. Ahí están los cucos y los semperes esperando a que el PSOE les legitime. Feijóo tiene un alma que tiende al apaño, pero no hay pacto posible. A Sánchez y Zapatero hay que destruirlos: no ganarles, destruirlos.

Posteriormente, el locutor ha narrado que finalmente el acto se convirtió en manifestación por la gran afluencia de gente que se pudo ver en el corazón de la capital de España. “Él quería un acto, con 10 mil, y la gente quería una manifestación. Tendría que haber sido en la plaza de Colón, con 200.000 personas, los de Vox y los transeúntes”, ha sentenciado.

El papel de Ayuso

Jiménez Losantos, devoto de la estrategia anti Pedro Sánchez que abandera la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dado todo el mérito a la dirigente de la gran afluencia popular que llenó las calles el domingo.

Posteriormente, sobre su discurso, el locutor ha desgranado qué le pareció el eslogan escogido por la presidenta para su discurso de bienvenida: “De ninguna manera”. Un comentario que repitió constantemente para dejar claro que España no podía rendirse a las voluntades del soberanismo en el que se sustenta la mayoría de la investidura.

No obstante, a Losantos le pareció algo blando: “Yo hubiese optado por algo más rotundo, como ‘Sánchez, no’”. “Estaba atada de pies y de manos, por eso iba con el freno de mano echado”, ha defendido, posteriormente.