Federico Jiménez Losantos ha cargado la pluma este lunes y ha apuntado hacia Pablo Casado, una de sus dianas favoritas desde la moción de censura de Vox a Pedro Sánchez. El periodista, en su columna del diario El Mundo, ha acusado al dirigente conservador de tener una “olla podrida ideológica” y le ha pedido la “humildad” que destila Isabel Díaz Ayuso.

El locutor define al presidente del Partido Popular como un “tipo simpático” y al que se le veía “ese afán excesivo de agradar a los mayores”. No obstante a estas cualidades, Losantos le suma la de ser “poco fiable” y esboza la diferencia entre el agradaor y el adoraor. Los primeros “se quedan mudos”  y creen que han encontrado su vocación y los segundos “enhebran citas y elogios”  y “peregrina en torno a su yo”.

Parecía que Casado engañó a PSOE y Cs para presentar la moción en Murcia, forzó a Ayuso a convocar elecciones, hizo la campaña de Madrid y él, él, él, logró la victoria

Es en este segundo grupo donde Losantos ubica a Pablo Casado en un artículo que gira en torno a la entrevista que el presidente del Partido Popular concedió a El Mundo. “Tenía una ocasión perfecta para identificarse con Ayuso en su mejor cualidad: la humildad”, sentenció el locutor, quien reprochó al jefe de los conservadores que fuera con “el yo por delante”.

“Parecía que Casado engañó a PSOE y Ciudadanos para presentar la moción en Murcia, forzó a Ayuso a convocar elecciones, hizo la campaña de Madrid y él, él, él, logró la victoria”, esbozó Jiménez Losantos, quien ironizaba con el batacazo en Cataluña, que se lo pegó “para despistar”.

El presentador de Es la mañana de Federico augura que el camino de Casado es el de convertirse en “alguien tan antipático” como Albert Rivera, Pedro Sánchez o Pablo Iglesias. Cree que su “olla podrida ideológica” resultaría “indigesta” hasta para Revilla. “El PP sería democristiano en unas cosas, liberal en otras o conservador, y ‘está abierto’ a incorporar exiliados de Ciudadanos y socialistas añejos, todos socialdemócratas”, sentencia Losantos, quien afirma que esta operación recuerda a la “exitosa” lista de Barcelona, con “las segundas de Valls e Inés”.

En este sentido, subraya que la “inseguridad” que emana del “yoísmo” lleva a Pablo Casado de sacar pecho de su “gran error”, que no es otro que “insultar a Abascal” y “excluir a Vox”. Pese a la insistencia de los entrevistadores de que rectificase, Casado insiste en que “fue un acierto” e incluso aseguraba que “Ayuso habría sido más dura que él”. “Es difícil votar a un partido que mete a Marcos de Quinto y echa a la Guardia Civil de Galicia”, concluye.