Ante la disparidad de opiniones que Kiko Matamoros y Carlota Corredera tienen sobre el testimonio de Rocío Carrasco, ambos han decidido firmar la tregua y sentarse a hablar cara a cara en el plató desa 'Sálvame'. 

En primer lugar, la presentadora reprochaba la actitud del tertuliano desde el comienzo de la emisión del documental: "Tú has sido una persona que ha dicho que Rocío Carrasco es mala madre y mala persona. Yo si fuera tú tendría la curiosidad de saber cuál es su versión", empezaba diciendo Carlota Corredera. "Ahora entiendo muchas de tus reacciones y de tus opiniones. No me podía creer que no te calase nada de todo lo que estábamos aprendiendo todos a la vez. Tú has llegado a igualar a Rocío con Antonio David", sentenciaba.

"No me hagáis trampas. El impago de la pensión es el mismo ilícito penal, no digo que las cantidades ni el tiempo sean las mismas", se defendía Matamoros. "Hiciste una comparación de cómo atendían médicamente a sus hijos. Yo esperaba que fueses honesto y dijeses 'Yo de este tema no voy a hablar porque he tenido unos problemas jurídicos con esta señora y yo me retiro'", añadió Corredera.

Acto seguido, el tertuliano aseguraba que no le parecía "deshonesto" solo ver los resúmenes de los capítulos y comentarlos: "No me arrepiento de no haber visto la docuserie porque sé que no lo hubiera pasado bien", repetía.

Sin embargo, uno de los episodios en los que más ha hecho hincapié Kiko Matamoros es en la agresión que Rocío Flores le asestó a su madre con tan solo 15 años, en el verano de 2012. "He cuestionado hasta qué punto era necesario ahondar en los temas relacionados con su hija", señalaba. "La decisión de que se cuente lo de Rocío Flores depende de la dirección, de los servicios jurídicos de la productora, depende de la cúpula de la productora, depende de la cúpula de Mediaset...", concluía Carlota Corredera.