El Hormiguero ha sufrido, en tiempo reciente, un importante cambio en su línea estructural y programática que los telespectadores han podido notar con facilidad. 'A las bravas', el programa de Raúl Pérez en la Cadena SER, ha acogido a Facu Díaz, y ambos han charlado abiertamente y sin tapujos sobre este asunto. 

Durante la conversación, Pérez, jugando con su estilo habitual, le ha preguntado a Díaz qué preferiría, si un interrogatorio de la Policía o una llamada con Pablo Motos. Esto ha abierto la veda para hablar largo y tendido sobre El Hormiguero y Facu Díaz ha dado una generosa respuesta.

Después de pensárselo unos segundos, Díaz ha confesado que prefiere ser interrogado por la Policía a recibir una llamada del presentador. Al hablar de una llamada, se refieren a las presiones que algunos humoristas y personajes con repercusión han recibido de parte del equipo de Motos después de hablar mal del presentador o del programa, atacando el derecho a la libertad de expresión de los afectados. "Yo creo que un interrogatorio policial puede ser hasta divertido si no es la primera vez. A partir de la primera vez, ya más o menos sabes de qué va la cosa. Y es mucho más clásico de lo que parece. Es verdad aquello del poli bueno y poli malo. Pero una llamada de don Pablo, quizá, uf...", ha bromeado.

Pérez, por su parte, ha reconocido que a él nunca le han llamado desde el equipo de Motos y que tiene curiosidad. "Yo pienso que si no somos dignos, si no nos ha llamado, es que no somos herederos", añadía Díaz, antes de expresar qué cambiaría del programa porque su estructura, a su modo de ver, ha perdido el sentido. "Perdona que haga un pequeño apunte sobre la escaleta de El Hormiguero... Esta cosa que han hecho de incorporar una tertulia política a mí me vuelve loco porque pienso en la gente que ese día ha ido de público pensando que iba a haber cosas explotando y de repente ven 15 minutos de gente diciendo que ya no se puede hacer nada", ha señalado.

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"Es como 'pero yo quería que aquí explotaran cosas y un globo gigante y no sé qué. Y estoy viendo a cuatro cuñados diciendo tonterías'. Ya solo por propio interés del espectador les diría 'parad'", ha sentenciado. En la tertulia política de El Hormiguero participan personalidades como Tamara Falcó, Cristina Pardo, Nuria Roca o Juan del Val.

Las llamadas del equipo de Pablo Motos

El propio Facu Díaz ya se mostró muy crítico con esta clase de comportamiento por parte de Pablo Motos. Integrantes de la productora del presentador llaman a cómicos para disuadirlos de hacer chistes sobre él, alegando que al público no le agradan.

Según Díaz, Pablo Motos ejerce un poder considerable en la industria, especialmente en términos de promoción. Muchas personalidades se ven en la obligación contractual de aparecer en su programa para dar visibilidad a sus proyectos. Esta dinámica, sostiene Díaz, genera un ambiente en el que los cómicos se cohiben públicamente de hacer chistes sobre Motos, temerosos de represalias o llamadas de atención por parte del presentador.

“Pablo Motos es un tipo con muchísimo poder en la industria a efectos promocionales, por ejemplo. La peña tiene que ir a su programa, muchas veces obligada por contrato, para promocionar sus movidas. Lo que consigue es que la gente, públicamente, se corte mucho con la posibilidad de hacer chistes sobre él porque luego pide cuentas y hace llamadas”, denunció Díaz en su canal de Twitch.

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Un modus operandi que choca frontalmente con las declaraciones que el presentador de El Hormiguero acostumbra a hacer, ya que se considera un firme defensor de la libertad de expresión. En este sentido, Motos llegó a aplaudir las palabras del exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra lamentando la supuesta falta de libertad para hacer chistes sobre "homosexuales y enanos".

"Resulta irónico que Motos se muestre incómodo con chistes sobre su estatura o su programa, mientras se queja por una supuesta restricción general en el humor. Tiene una obsesión con su imagen y con que nadie se ría de él", añadió el comediante.

 

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