La reportera Sol Macaluso ha hablado este lunes de los corresdores humanitarios abiertos en Ucrania en El programa de Ana Rosa. Según las autoridades ucranianas, se han destruido 285 tanques y 958 vehículos blindados rusos. Además, han derribado 44 aviones y 48 helicópteros con un balance de 11 mil soldados rusos muertos en suelo ucraniano.

Y es que la invasión está marcada por los ataques a áreas residenciales y civiles que nada tienen que ver con infraestructuras críticas ni con puntos militares. La violación del alto al fuego en los corredorers humanitarios han hecho desconfiar aún más de Rusia, donde los ucranianos afirman que "no hay que confiar más en Putin", según la periodista.

Además, la periodista ha contado otra de las preocupaciones que se suman al conflicto: "Han habilitado corredores hoy para Kiev, pero la evacuación sería hacia Rusia, nadie querrá evacuar hacia ese país". La reportera ha señalado que en Leópolis, al este del país, hay "mucha afluencia de gente, carpas para los refugiados, puestos de comida baños portátiles...". Una situación que ha llevado a los medios de comunicación a bautizar esta crisis humanitaria como "el éxodo de los peluches" por las imágenes de miles de niños abandonando el país con sus juguetes mientras la ofensiva rusa se recrudece en las ciudades y se impide la evacuación de la población.

Otra de las secuencias que ha marcado la crónica desde Ucrania es el ataque de unos francotiradores rusos a un grupo de reporteros de Sky News que, pese a acreditar que formaban parte de un medio de comunicación, tenían que huir en coche entre tiros. Sol Macaluso ha hablado sobre cómo se sienten tras el suceso los periodistas que informan desde el país: "Ninguna acreditación parece suficiente, ningún cartel de prensa parece válido porque cuando quieren atacar deliberadamente a los grupos de prensa, lo van a hacer".

Además, la situación más triste se ha vivido comentando el ataque en Irpín en el que fallecieron dos niños tras caer un misil cerca. La reportera ha contado además que su cámara Stefan ha vuelto a perder su casa en la localidad después de que le ocurriera lo propio en 2014 a manos de los rusos en Crimea: "Sabemos que su familia y amigos del vecindario están a salvo, pero es un momento en el que poner en palabras todo lo que está sucediendo a veces es imposible".

"No nos hizo falta que nos lo contara, nos dimos cuenta porque miró el móvil y se puso a llorar", explicaba Macaluso sobre el momento. "Estaba eternamente agradecido por poder haber salido de ahí y que su familia esté a salvo", ha afirmado.