Aura Garrido y Lucía Guerrero unen fuerzas en Santuario, la nueva serie de Atresplayer que se estrena este domingo, 22 de diciembre. La producción, basada en el exitoso pódcast homónimo de Álex de la Iglesia, combina ciencia ficción y maternidad en un futuro distópico que promete remover conciencias. En una entrevista exclusiva, las actrices reflexionan sobre los dilemas éticos y las intensas emociones que recorren sus personajes, destacando el poder de la ficción para generar debate.
La serie, ambientada en un mundo devastado, aborda temas profundamente humanos y actuales desde un prisma futurista. Aura Garrido, quien interpreta a Valle, subraya que Santuario "nos ayuda a pensar la realidad a través de las metáforas", mientras que Lucía Guerrero, en el papel de Pilar, destaca la conexión sagrada de su personaje con la maternidad, "determinada a proteger a su bebé cueste lo que cueste".
PREGUNTA (P): ¿Cómo creéis que será recibida la mezcla entre ficción y maternidad de Santuario?
LUCÍA GUERRERO (L.G.): Trata temas que están aquí, que están ocurriendo ahora. Es verdad que desde un prisma futurístico, en un contexto en el que el mundo está devastado, pero las preguntas y las reflexiones que emergen son las que ya están presentes.
(P): ¿Qué conclusiones sacáis de la visión de futuro que se proyecta en Santuario?
AURA GARRIDO (A.G.): Creo que por no destripar la serie… lo interesante es que es una serie que creo que puede hacernos reflexionar mucho sobre nuestra realidad y hacia dónde vamos, y que ojalá genere debate en torno a todos esos temas que toca.
Y creo que también es importante que cada uno saque sus propias conclusiones. Lo que me parece interesante de la serie es que te hace reflexionar y que hay personajes con diferentes puntos de vista, además con diferentes formas de actuar…
Creo que tiene un punto de vista muy interesante la serie y que está muy bien focalizada, me parece, sobre todo a través de su personaje –el de Lucía Guerrero–, que es el que hace el viaje, creo que es muy interesante las cosas que se pregunta y plantea.
(P): ¿Cómo se trabajó la dualidad entre el desconocimiento el deseo de conocer la verdad?
(L.G.): Yo creo que esto es fascinante de Pilar, que vemos una mujer fuerte y a la vez con una fragilidad brutal. Llega un momento que empieza a dudar de todo por sistema, y es por este compromiso y esta determinación de que su bebé tiene que estar bien pase lo que pase.
Yo creo que está muy conectada, tiene una relación sagrada con su maternidad y va a llegar al final del asunto, cueste lo que cueste, se va a asegurar de que su bebé esté protegido.
(P): Aura, ¿qué fue lo más desafiante de interpretar a tu personaje?
(A.G.): No sé si yo lo entendí tanto como una lucha entre ideas y acción, sino… que es verdad que plantea unos dilemas éticos, quiero decir, que tenemos muy cerca en realidad, pero que son muy complejos. Yo recuerdo, es que estoy intentando pensar si voy a hacer algún tipo de spoiler, perdón por ser así lenta pensando. Una de las cosas que pasaban con Valle es que hay un momento en el que ella entra también en la desconfianza y entra en la acción.
Y recuerdo el impacto que eso tuvo en mí, trabajando sobre eso. Bueno, porque siempre te hace reflexionar sobre tus cosas y al final son vivencias, y recuerdo que eso fue una experiencia muy intensa… entrar en todas esas cosas que ella se empieza a plantear.
También es un personaje que tiene una soledad muy grande, que tiene una decepción muy profunda. Entonces, explorar todas esas cosas y todas las preguntas que ella se hace y las preguntas que eso me llevó a mí a hacerme fue un proceso muy fuerte y que tuvo mucho impacto en mí.
Bueno, pues estas cosas que pasan, que creo que todos los personajes nos hacen impacto, pero hay unos que te impactan de una manera muy intensa.
(P): Pese a ser ficción, la serie tiene vocación de remover conciencias…
(L.G.): Sí, yo creo que esta serie, a mí me pasó cuando leí los guiones y cuando la vi, te deja un poso, una incomodidad, en el buen sentido, y te remueve. En ese viaje, como que vas sembrando semillas y empiezas a pensar de una forma, luego quizá otro personaje como que te invita a pensar de otra… en ese sentido creo que es muy potente el poso que deja.
(A.G.): Sí, bueno, es que creo que al final la ficción es eso, la ficción nos ayuda a pensarnos. Nos ayuda a pensar la realidad, a pensarnos a nosotros, a elaborar, a ver fuera lo que nos sucede dentro y eso nos ayuda a través de las metáforas. Por eso la ciencia ficción es tan poderosa, y creo que por eso esta serie tiene el potencial de hacernos pensar mucho.
Pero yo creo que todo lo que vemos nos hace pensar. O sea, creo que hasta las cosas que pensamos que son puro entretenimiento nos hacen reflexionar y nos hacen pensarnos. No porque se hable de temas éticos, esa sí nos hace pensar y las otras no. Creo que la ficción siempre nos lleva a pensarnos.
(P): ¿Cómo definiríais Santuario con una palabra?
(L.G.): Es una viaje.
(A.G.): Yo voy a rescatar una que ella me ha dicho antes: inquietante.
(P): ¿Cómo afrontasteis trabajar con alguien de la relevancia de Álex de la Iglesia?
(A.G.): Hombre, es un lujo para nosotras, ¿no? Poder formar parte de algo así…
(L.G.): Sí. Yo no conocía el pódcast, pero cuando me metí, cuando lo escuché y comentaba la fascinación de la gente, que fue una locura, ¿no?
(A.G.): Sí. Creo que es una que es una serie muy diferente a lo que se suele hacer, que lo hemos hablado mucho… el privilegio que sentimos de formar parte de una ciencia ficción y de una historia así, de una producción de Álex de la Iglesia, de esta historia que viene de este pódcast tan potente, es no sé, mucho privilegio.
(P): En un futuro distópico como el de la serie, ¿cuál sería vuestro superpoder ideal?
(L.G.): El superpoder ideal, yo creo que volar y escapar de esas, no sé, de esas situaciones tan extremas y de supervivencia en las que hemos estado los personajes. Yo volaría.
(A.G.): Es que se me ha ocurrido uno que es una moñiga muy gorda, pero que he pensado que es muy práctico. La capacidad de potabilizar el agua me parece que es muy práctico. Muy absurdo, primero pensaba en comida, pero luego he pensado en el agua.