El músico Ara Malikian tuvo la oportunidad de huir de la guerra civil de Líbano gracias a una beca que le concedieron en Alemania en un conservatorio. Así lo ha contado él mismo durante la última entrega de Planeta Calleja. Y es que aprovechando su aventura en el programa, Jesús Calleja quiso saber todo del invitado y los motivos que le llevaron a salir obligado de su país.

"No iba al colegio, porque cuando ibas, de repente, empezaban los bombardeos y te tenías que ir a casa. Entonces tenías dos semanas con colegio y otras dos sin poder ir. Era muy irregular", explicaba el músico señalando este como uno de los motivos por los que tanto él como su familia se plantearon mandarle al extranjero. "A los 15 años, mis padres empiezan a echar solicitudes de beca para poder estudiar en cualquier parte del mundo y en Alemania me cogieron", relataba a continuación Malikian.

Sin embargo, el músico tuvo que hacer frente a un gran dilema, ya que la beca que le concedieron era válida a partir de los 18 años y en aquel momento solo tenía 15. Así, si no le daban beca, no tendría un visado de estudios y le podían echar del país. Sin embargo, ya en Alemania, al músico le dijeron que si estaba enfermo no le podrían deportar, y decidió someterse a una operación en la que le quitaron las amígdalas y estar más tiempo en el país.

"Así justificaba que estaba enfermo. Gané tres meses, porque aún no tenía el certificado de la academia. Si pasaba a septiembre me daban el certificado y con eso pude estudiar", contaba por su parte el libanés ante un Jesús Calleja incrédulo. "¿Todavía sonríes?", le preguntaba el presentador del espacio de Cuatro. "Hombre, claro. Más tarde les dediqué un tema de violín a mis amígdalas, pobres", bromeaba.

En el transcurso de la conversación, Ara Malikian desveló que empezó tocando en la calle, aunque también trabajo en un bar de personas trans. "Me trataron tan bien", indicaba. Sin embargo, donde Malikian encontró donde despuntar fue tocando en bodas judías y pudo ganarse los estudios.

"Me sentía peor en Alemania que cuando estaba en Líbano y caían bombas. Estaba muy solo. No podía ni hablar con mis padres porque no había comunicación telefónica. Por un lado, deseaba que me echasen del país y, por otro lado, soñaba con ser un violinista. Eso me daba fuerzas y esperanzas para quedarme allí", afirmaba al respecto.