Este martes, Rafael Amargo, ha inaugurado una exposición sobre su arte en el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona. La muestra, que incluye 25 esculturas, 37 dibujos y 20 fotografías, reflejan el poder del bailaor en el escenario. Durante todo el evento, el artista ha respondido a varias preguntas sobre el testimonio de Rocío Carrasco.

A lo largo de la rueda de prensa, Amargo ha sido preguntado la docuserie 'Rocío: contar la verdad para seguir viva, que se convierte cada día en un éxito de audiencia.

El coreógrafo, que es un gran amigo de Antonio David Flores, ha querido ponerse de lado de la hija de Rocío Jurado. “Son muchos años los que esta mujer lleva con esto y merece mis respetos. Siento y veo la soledad que ha tenido que vivir. Pronto se le fueron sus seres queridos y debió de ser muy difícil. Me da mucha cosita en el alma cómo lo haya podido pasar. Me da cosita porque yo creo que es demasiado, las cosas cuando se entienden pierdan”, decía.

Además, ha reconocido que no hubiera hecho las cosas así. "Si yo hubiera sido ella, creo que ya hubiera cortado”, explicaba. “Dejemos que hable porque así lo ha decidido. Yo no soy nadie para opinar, pero se me parte el alma viendo que una madre y sus hijos no se quieren. Me gustaría ver una foto de esa madre con esos hijos yendo a cenar, dándose un beso… La madre debería tener una conversación con esa niña antes de ir a televisión”, añadía.

No obstante, Amargo también ha hablado de su reciente detención por un supuesto delito de pertenencia a una organización criminal y tráfico de drogas. “Todavía lo estoy pasando mal”, reconocía. “Si no hubiera tenido una obra en cartel y la posibilidad de salir cada día a bailar, no sé cómo lo hubiera soportado, porque algunos medios se han cebado conmigo y ha sido muy doloroso”, añadía.

Unos momentos que explica, ha pasado con su familia: “Somos una familia muy unida y muy entera y muy de raíz”.