Inesperada resolución de una batalla legal que comenzaba con Alba Carrillo como principal damnificada. La excolaboradora de 'Ya es mediodía' ha zanjado el proceso por el que se enfrentaba a la productora de Ana Rosa Quintana, La Fábrica de la Tele y a Telecinco. Todas las partes han terminado por llegar a un acuerdo tras el fulminante despido de la modelo y su posterior demanda por haberse cometido un supuesto "fraude de ley".

Este pacto a cuatro bandas se ha producido antes de la celebración del juicio donde se iba a dirimir si el despido de Alba Carrillo había sido "improcedente", tal y como publica EsDiario. En este sentido, existe un documento donde se especifica la "confidencialidad" de lo firmado con el fin de que todos los detalles queden en la más estricta intimidad y, sobre todo, para que nada trascienda a la prensa. Lo que sí se ha dado a conocer es que hay "una cifra con cuatro ceros".

Cabe destacar que, como queda estipulado en el procedimiento habitual, todas las partes acudieron a un acto previo de conciliación. Al no haber llegado a un acuerdo en el Juzgado de los Social número 39 de Madrid, el proceso judicial continuaba hacia un futuro encuentro con el magistrado. Sin embargo, no ha sido necesario.

Mediaset se libra de pagar, Ana Rosa todo lo contrario

Los letrados representantes de la demandante y los demandados han conseguido llegar al mencionado acuerdo. Sin embargo, se ha dado una curiosa paradoja: Mediaset España no tendrá que pagar un solo euro a Alba Carrillo. Ella misma ha desistido de las demandas satélite a la cuestión principal: Ana Rosa Quintana. De este modo, será Unicorn Content la compañía que deberá indemnizar a la colaboradora.

La productora de Ana Rosa, y no Mediaset, era la empresa que tenía a Carrillo en plantilla cuando se produjo el momento de su despido. De este modo, esa cuantía con cuatro ceros saldrá de las arcas de la sociedad que gestiona Unicorn Content. Además del grupo de comunicación, han quedado fuera del abono de esta cantidad La Fábrica de la Tele, Megamedia Televisión S.L., Publiespaña S.A.U. y Conecta 5 Telecinco S.A.U..

Antes de continuar, la tesis de Alba Carrillo era que “todas estas empresas para las que la trabajadora ha prestado servicios de forma continuada desde el 13 de julio de 2016 conforman un grupo de empresas a efectos laborales, el Grupo Mediaset España”. De hecho, así figura en la estructura del grupo que ha sido "extraída de su propia página web".

La intrahistoria del despido de Alba Carrillo

"Pero, Alba, ¿cómo es posible que hayas concatenado contratos temporales de tres meses durante cinco años?", decían los abogados de Alba Carrillo tras darse a conocer el despido. Durante todo este periodo, la colaboradora había formado parte de espacios como 'Gran Hermano', 'Sálvame', 'Sábado Deluxe', 'Ya es mediodía', '¡Qué tiempo tan feliz!', 'Viva la vida', 'La Casa Fuerte', 'Ya son las ocho', 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', 'Supervivientes' y hasta 'Fiesta'.

Cuando a ella todavía no se le había comunicado su veto en el Código Ético de Mediaset Espala, los medios de comunicación ya conocían la noticia. Fue entonces cuando Carrillo llegó a pensar que esta medida ha sido orquestada por la nueva cúpula: para ella, todo fue un ejercicio de "limpieza" para transmitir una "renovación" real.

A lo largo de sus explicaciones en su novela publicada, la modelo incluso dio un paso más para exponer que "se trata de una cuestión política". En este cambio de rostros en las altas esferas, a su juicio, cobraba especial sentido que algunos de estos sujetos tuviesen "temas personales" en su contra; situación extrapolable a Lucía Pariente. De nuevo refiriéndose al despido, Alba Carrillo desataba su furia: "Me lo han hecho saber de la forma más vergonzosa posible, para ellos, no para mí, castigándome con el pan de mi hijo".

"La cadena quiere caras nuevas. ¿Me puedo reír? ¿El noble italiano, la gallega sevillana y todos esos son caras nuevas? Lo sé, no hice madrina de mi hijo a la dueña de la productora, pero eso no me convierte en una cara antigua", sentenciaba Alba Carrillo. Pero lo peor llegaba con cómo fue el despido: "No había nadie de Recursos Humanos, [...] no me dieron ni carta de despido ni certificado de empresa. Nada de nada, y me dejaron en la ca­ lle sin derecho a paro".