Vuelve el sarampión a nuestro país. Tras su erradicación en el 2017, este 2024 ha empezado fuerte con esta enfermedad, que desde enero ha dejado ya en nuestro país más de 20 casos confirmados y al menos cuatro en investigación. El brote ha comenzado en algunos países de nuestro entorno en Europa pero ya está causando estragos en buena parte del territorio nacional, donde siete comunidades autónomas ya han detectado contagios. En lo que llevamos de año ya se ha registrado el doble de incidencia que en todo el 2023.
El sarampión vuelve a España
Desde el pasado mes de enero los diagnósticos de sarampión en España se han elevados hasta los 21 casos confirmados y otros cuatro en investigación, según el último Boletín Epidemiológico Semanal publicado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Una cifra que supone una alta incidencia dado que, en poco más de dos meses, se ha registrado el doble que en todo el año 2023 y siete veces más que en 2021 y 2022 juntos.
Nuestro país erradicó la circulación del virus en el año 2017, tal y como certificó entonces la Organización Mundial de la Salud (OMS), y desde entonces la incidencia ha sido muy baja. A penas unos casos sueltos, especialmente por los efectos de las vacunas. Por eso, la principal hipótesis de esta nueva oleada de contagios radica en la presencia del mismo en otros países de Europa. Nueve personas -ocho en Rumania y una en Irlanda- han fallecido en los últimos meses a causa de esta enfermedad.
Según datos del ISCIII hasta el pasado domingo, por ahora se han detectado ocho casos importados en cinco comunidades -concretamente en Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Madrid- y otros 10 secundarios relacionados con ellos. Sin embargo, hay unos contagios que preocupan, que son los que se desconoce de dónde provienen. Uno de estos se ha dado en Aragón, donde hay dos enfermos relacionados entre sí, pero de los que se desconoce la fuente del contagio, mientras hay un tercero pendiente de confirmar microbiológicamente.
Este último es una niña de dos años de Caspe que solo recibido una dosis de la vacuna. Ante esto el Gobierno regional ha decidido cerrar el aula de la guardería a la que acude la menor hasta después de Semana Santa. Junto a estos, los dos primeros brotes detectados a principios de año se produjeron en Alicante y Toledo, por lo que ahora son siete las comunidades autónomas que han registrado este año al menos un contagio de este virus.
Qué efectos tiene este virus
El sarampión es un virus que tiene un patrón estacional, especialmente a finales de invierno y primavera, y que debilita el sistema inmunitario de las personas que lo sufren, por lo que estas son más proclives a sufrir otras infecciones graves. Su elevada incidencia ahora se debe en buena parte a que la pandemia de coronavirus redujo al mínimo su circulación con el uso de las mascarillas, por lo que los expertos enmarcan su regreso dentro de la normalidad.
Según el último Boletín de Alertas del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), que recoge que en 2023 los países de la Unión Europea registraron 2.361 casos de sarampión, las estimaciones para estos meses pivotan entorno a que esta cifra ya se ha triplicado a estas alturas del año 2024 así como que seguirá creciendo en los próximos meses debido a las "coberturas vacunales subóptimas" que existe en muchos países de nuestro al rededor.
Pero esto no reduce los riesgos. Según las estadísticas, uno de cada 1.000 infectados suele desarrollar encefalitis, una complicación médica que causa secuelas neurológicas y tiene una mortalidad importante. Además, también son habituales las neumonías por bacterias que se aprovechan del debilitamiento del sistema. Menos frecuente, pero más devastadora, es la panencefalitis esclerosante subaguda, una complicación rara y sin cura que causa el virus incluso años más tarde de contraer la infección.
Personas que pueden estar en riesgo
Actualmente, y en general en las enfermedades, hay dos colectivos más vulnerables que el resto ante el sarampión. El primero son los menores lactantes, que a partir de los seis meses de vida empiezan a perder la protección recibida de la madre, pero aún no pueden ser vacunados dado que la primera dosis se administra a los 12 meses. El segundo serían las personas inmunodeprimidas.
Con todo, España muestra mejores coberturas vacunales que los países de su entorno, con un 97,2% de niños que han recibido la primera dosis y en 93,7% la segunda, según datos del Ministerio de Sanidad a 2022. Pero los expertos apuntan a otros dos grupos que pueden tener menores niveles de protección, como serían las personas llegadas de países con bajas coberturas vacunales o los nacidos en España en la década de los setenta.
Fue entonces cuando empezó a utilizarse la vacuna contra el sarampión y, por tanto, empezó a bajar el número de casos. Sin embargo, esto no se hizo de forma uniforme hasta una década más tarde, momento en el que la inyección se universalizó hasta introducirla en las cartillas de vacunación. Como consecuencia de ello puede haber un gran número de ciudadanos que no han pasado la enfermedad y tampoco se han vacunado.
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