Decenas de miles de portugueses se agolparon este domingo por la noche en la plaza del Marquês de Pombal de Lisboa para celebrar su primera Eurocopa, 12 años más tarde de haber perdido en su propia casa una final de ese mismo torneo ante Grecia.

Fervorosos hinchas entonaron el grito de guerra "Portugal, Allez" ("Portugal, vamos"), cantaron el himno nacional luso y emularon el característico "siiuuhh" que popularizó Cristiano Ronaldo cuando venció su tercer Balón de Oro en el 2014.

Después de batir 1-0 a Francia en su propio estadio con un tanto del luso-guineano Éder en el minuto 109, miles de seguidores subieron desde el Terreiro do Paço, donde vieron el partido en una pantalla gigante junto al estuario del Tajo, hasta la plaza del Marquês de Pombal, que homenajea a un ex primer ministro de Portugal que reconstruyó la ciudad de Lisboa después del terrible terremoto de 1755.

En el resto de ciudades lusas, la euforia también se hizo sentir, como en la Avenida de los Aliados de Oporto. En total, más de una veintena de pantallas gigantes se desplegaron en otras tantas ciudades portuguesas para seguir la gran final ante Francia.

También en la fan zone de París, la afición lusa trasladada a Francia celebró por todo lo alto el triunfo de su selección.

La mejor celebración

Pero la celebración más loca y apasionada la protagonizó el exjugador del Oporto, el sudafricano Benni McCrathy, que en un progrograma de televisión donde participaba como comentarista no pudo controlar su euforia y se puso a bailar y gritar por en medio del plató, cuyo vídeo corrió rápidamente por las redes sociales.