La sentencia del caso de los tres exjugadores de la Arandina CF, Raúl Calvo, Carlos Cuadrado y Víctor Rodríguez, ha causado un gran revuelo. La Audiencia de Burgos les ha impuesto una pena de 38 años de privación de libertad, ya se condena a cada uno de los acusados como autores de un delito de agresión sexual contra una menor en noviembre de 2017.

La polémica se ha creado por que hay muchos que creen a los condenados. Por un lado, el testimonio de la denunciante fue corroborado por personas allegadas y el informe psicológico. De este modo, su postura muestra credibilidad en cuanto a su afirmación de que no realizó los hechos voluntariamente, aunque los jueces admiten la "disparidad de versiones" de la denunciante. Por el otro lado, los acusados siguen firmes con su postura de que es una denuncia "falsa", apoyándose en los supuestos mensajes que la propia chica mandó a sus amigas: “Nadie me ha violado, no he sido violada, se van a cagar, voy a empezar a mentir más de la cuenta”.

Ante este hecho, por primera vez se han convocado movilizaciones a favor de los condenados y no de la víctima. La localidad burgalesa de Aranda de Duero está dividida por la sentencia, hay quienes afirman que “se habían pasado y todo es mentira”, otros se postulan en la otra vertiente: “Si han violado a la niña, tenían que pagar”. Es por esto que, quienes defienden a los condenados han prometido convocar movilizaciones: “Raúl no ha hecho nada, Raúl tiene novia y es muy majo, es lo mejor que hay de chicos jóvenes”, “Es una familia muy buena y el chaval nunca ha tenido problemas aquí” o “Se han pasado tres pueblos y lo siguiente. Me parece una exageración porque esos chicos han perdido su vida”, son algunas de las declaraciones de vecinos de la localidad burgalesa.