La embajada de Corea del Norte, situada en el barrio de Aravaca, fue tomada el pasado viernes por un grupo de hombres, según publica El Confidencial. Los asaltantes tomaron como rehenes al personal de la sede diplomática, pero una de las trabajadoras logró escapar y alertar a la Policía.
Por motivos de idioma, se tuvo que recurrir a un traductor, lo que retrasó el proceso. La mujer contó que un grupo de hombres había irrumpido y amordazado al personal.
Tras el testimonio, un coche patrulla acudió a la zona y llamó a la puerta, pero abrió un hombre bien vestido y, calmado, le dijo que no ocurría nada y estaba todo en orden. La Policía, entonces, se quedó en la zona vigilando.
El dispositivo policial fue de al menos siete vehículos, según la información publicada por el citado diario.
Fue entonces cuando observó que dos coches de alta gama salían a gran velocidad por el portón de la embajada y, a la postre, los trabajadores que fueron tomados como rehenes comenzaron a salir.
Emergencias atendió a tres personas relacionadas con el asalto, pero la sede diplomática no confirma ni comenta lo ocurrido.
El Ministerio de Interior ya ha abierto una investigación a fin de esclarecer lo ocurrido. Y es que, los asaltantes no solo tomaron rehenes, sino que se llevaron consigo varios equipos informáticos. Por el momento, las diligencias, a cargo de la Comisaría General de Información, son secretas.