Los 32 miembros de la Organización Transatlántica del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han iniciado la cumbre de dos días de La Haya este martes, con la guerra en Ucrania, la escalada de tensión entre Israel e Irán -además de los bombardeos de Estados Unidos- y el gasto en defensa de los aliados en el centro de la agenda. A pesar de no formar parte de los miembros, Ucrania ha sido invitada y ha formado parte de una de las primeras comparecencias breves ante la prensa del día.
“El apoyo a Ucrania está en curso. Mañana tendremos la cumbre con los miembros de la OTAN y puedo predecir con seguridad que el apoyo a Ucrania de cara al futuro, vinculado estrechamente con el gasto en defensa de los países de la OTAN, estará allí”, ha señalado el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en una comparecencia con su homólogo de la Unión Europea y con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. “También se asegurará que la guerra termine y que se termine pronto”, ha señalado, haciendo alusión a la puesta en común de la posición de la alianza frente a la ofensiva rusa en Ucrania que se ha preparado para discutir estos últimos meses.
La agenda de este martes ha contado con un foro para la industria armamentística, objetivo sobre el que ha estado trabajando la Unión Europea estos últimos meses para crear una industria propia basada en armamento europeo para aumentar su autodependencia. Además, Rutte se ha reunido tanto con la Unión Europea como con Ucrania, ante quienes el secretario general de la alianza ha señalado que: “Lo que hemos hecho hoy es coordinar de forma cercana la Unión Europea y la OTAN para asegurar que, cuando llegue el momento de todo el apoyo práctico, haremos lo máximo [para Ucrania]”.
“La invasión rusa de Ucrania sigue siendo una amenaza enorme para la paz en el mundo porque esta invasión está socavando las reglas internacionales en las que se basan el orden”, ha señalado el presidente del Consejo Europeo, António Costa. “Rusia es un país intercontinental que amenaza a Europa, pero también a la región pacífica”, ha destacado, añadiendo que “Rusia está actuando en alianza con países como Corea del Norte e Irán”.
“Estoy decepcionado con Rusia por no incorporarse en los esfuerzos del presidente [de Estados Unidos, Donald] Trump para conseguir una paz justa y duradera”, ha indicado Costa. Por su parte, también ha hecho alusión directa al proceso ucraniano de incorporarse en la Unión Europea, donde el presidente del Consejo Europeo ha calificado su adopción de reformas como esperanzadoras y “extraordinarias” en el contexto de guerra actual del país.
Por su parte, Rutte ha confirmado que los aliados han firmado acuerdos con respecto a la industria armamentística de la OTAN: “Esto incluye el establecimiento de metas de innovación de la OTAN para integrar tecnología en nuestras fuerzas armadas de una forma mejor”. Ha señalado que se ha hallado “otro proyecto para asegurar la cadena de suministro de minerales críticos para la defensa”.
Una “nueva guerra de producción”
El hilo conductor de las comparecencias ante la prensa del primer día de la cumbre se ha centrado en posicionar a Rusia en el centro de la motivación de la reunión. Rutte ha explicado que hay que “gastar más para prevenir la guerra”, aludiendo a sus exigencias de aumentar el gasto en defensa, haciendo eco de los deseos de Trump.
“Es simplemente impensable que Rusia, una economía 25 veces más pequeña que la de la OTAN, pueda producir más y tener más armas de fuego que nosotros” , ha destacado el secretario general de la OTAN. Por ello, ha afirmado que “debemos ganar esta nueva guerra de producción. De eso trata esta cumbre”. No obstante, el gasto de defensa es un punto de fricción para muchos países aliados, pero Rutte ha insistido en la necesidad de una “decisión atrevida” de estos miembros para acordar un “nuevo y ambicioso plan de inversión en defensa para destinar el 5% de su PIB en defensa”. Originalmente, Rutte había señalado que el aumento a este porcentaje se decidiría en la cumbre, pero ahora se ha adelantado la fijación de la meta.
El secretario general de la OTAN ha afirmado que: “La ventaja militar de la OTAN se está viendo desafiada agresivamente. Por una Rusia que se está rearmando rápidamente, apoyada por tecnología china y armado con armamento de Corea del Norte e Irán”. No obstante, cabe destacar que la información sobre por qué Rusia se considera una amenaza para la OTAN o para la Unión Europea queda difusa; pese a argumentar que el país desequilibra el orden internacional, aliados de los miembros de la OTAN, como Israel, también incurren en este mismo principio. Las reuniones de este miércoles podrían proporcionar más información concreta sobre lo que se ha calificado como una “amenaza” estos últimos meses.
El segundo día de la cumbre
Está previsto que este miércoles se discutan los temas principales tratados en reuniones internacionales, incluyendo la paz en Ucrania y el gasto en defensa. Sin embargo, el agravamiento en las relaciones entre Israel e Irán desde el 13 de julio también será un tema que se discutirá, algo que el portavoz del gobierno alemán ha confirmado el viernes pasado sin agregar un comentario adicional con respecto al tema.
Se contempla una reunión entre los dirigentes de Estados, incluyendo a España, junto con un encuentro entre Rutte y los miembros del Indio-Pacífico. Además, el último encuentro de la cumbre será entre el secretario general de la OTAN, Zelenski y los dirigentes de Francia, Alemania, Italia, Polonia y Gran Bretaña.
La última reunión a la que ha acudido el presidente estadounidense fue en 2018 y acabó en una disputa por el gasto en defensa. En su momento, Trump insistió en la necesidad de incrementar este gasto y este año, de camino a La Haya, Trump señaló que “hay un problema con España. España no está aceptando [aumentar el gasto en defensa], lo que, francamente, es muy injusto para el resto de ellos [los aliados]”. Por ello, es probable que la reunión entre los dirigentes de Estado de este miércoles vuelva a despertar estas fricciones, posiblemente directamente con España.
