La Sección Séptima de la Audiencia Provincial ha comenzado el juicio contra  Luis Medina y Alberto Luceño. Ambos están acusados de vender material sanitario defectuoso al Ayuntamiento de Madrid por valor de 6 millones de euros. Durante las cuestiones previas, el abogado del PSOE y la letrada de Más Madrid han solicitado que se cite a declarar al alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, como testigo. Sin embargo, la sala ha denegado la petición afirmando que el primer edil porque no tiene nada que ver con la contratación, que es lo que se juzga. Tampoco citarán al empresario malasio San Chin Choon porque se ha intentado previamente y no se ha conseguido y citarlo solo retrasaría la celebración del juicio.

La primera en declarar ha sido la persona que puso en contacto a Luis Medina con el primo del alcalde, Carlos Martínez-Almeida. Maria consuelo Diaz de la cosa ha explicado: "Me llamó Luis en un momento muy difícil, cuando se necesitaban las mascarillas de forma urgente. Tenia una empresa de comercio y podía traer mascarillas pero había que hacerlo urgente porque se las quitaban de un país a otro. Me pidió ayuda para hacerlo de urgencia con el ayuntamiento. Yo conocía al `primo de Almeida porque era abogado nuestro. Me dijo que había un email para las cosas de tramitación urgente y me dijo que le diera su teléfono a Medina para darle la información. Me dijo que quería ayudar y que lo haría con su empresa y su socio. No dio ningún dato de su socio. Me llamó y me dijo que tenía el correo y estaba todo en marcha. Luego llegó el material y estábamos todos super contentos. Le consideraba un empresario respetable y una persona respetable".

La siguiente en declarar ha sido Matilde García Duarte, la que fuera mano derecha del alcalde de Madrid, y la persona que recibió el correo electrónico con el ofrecimiento de las mascarillas y, posteriormente, dio el contacto de Elena Collado, la persona con la que se nogoció finalmente el contrato de las mascarillas.

García Duarte ha dicho: "En coordinación solo impulsábamos. Gestionábamos los ofrecimientos que llegaban al correo. Los que no eran gratuitos los derivábamos a los organismos competentes.Los mandábamos a los distritos. Si era algo de transportes pues derivábamos al área de transportes… al de obras. Intentábamos coordinar las donaciones".

Sobre el correo electrónico, ha explicado que, "han pasado cinco años, es el recuerdo que tengo. Le di las gracias. Llegamos a recibir más de 1000 ofrecimientos en el correo de coordinación de alcaldía. La situación era dramática, morían 600 personas al día y funcionarios en las calles estaban sin protección. Yo tenía salvoconducto. Había un miedo importante y la sensación de que había que encontrar material como sea".