La posibilidad de que la Fiscalía Anticorrupción, de manos del fiscal jefe Alejandro Luzón, solicite la prisión provisional y sin fianza para el exministro de Transportes, y actual diputado del grupo mixto en el Congreso, José Luis Ábalos, en su próxima cita ante el Tribunal Supremo parece cada día más real. La pregunta que surge es si podría seguir votando en el Congreso en el caso de acabar en prisión. Y no es una pregunta baladí teniendo en cuenta lo necesario que resulta cada voto a día de hoy. La respuesta es que sí, podría, pero siempre y cuando la Mesa del Congreso lo apruebe.

Y esa posibilidad se abrió hace nada, el pasado 22 de julio, cuando durante un pleno extraordinario se aprobó la reforma del reglamento del Congreso. En la legislatura XIV, desde Ciudadanos ya solicitaron ampliar las causas para aprobar ese voto telemático, pues solo había dos y eran absolutamente restrictivas.

Cambio en el reglamento del Congreso

Fue este pasado julio cuando los supuestos se ampliaron. Y es el que recoge el Articulo 82.2 epígrafe G, el que da la posibilidad a José Luis Ábalos de seguir votando incluso estando en la cárcel. Dicho artículo reza literalmente: “La Mesa de la Cámara podrá autorizar la emisión del voto por procedimiento telemático en las siguientes circunstancias: (…) g) Otras situaciones excepcionales de especial gravedad que impidan el desempeño de la función parlamentaria debidamente justificadas”.

Para ello, explica el reglamento que, “A tal efecto, la diputada o el diputado cursará la oportuna solicitud mediante escrito dirigido a la Mesa de la Cámara, que incluirá la justificación de que concurre alguna de las causas previstas en este artículo, bastando declaración responsable de la persona solicitante. La Mesa podrá requerir información adicional o documentación que acredite el cumplimiento de los requisitos. El acuerdo de la Mesa precisará el periodo de tiempo durante el cual se podrá emitir el voto mediante dicho procedimiento”.

Así pues, si Ábalos termina en prisión, será la Mesa la que tenga que decidir qué hacer, pues nunca antes en la historia de la democracia un diputado en ejercicio ha acabado en prisión preventiva. La Mesa está integrada por la presidenta del Congreso, Francina Armengol (PSOE) que la preside, por cuatro vicepresidentes que son Alfonso Rodríguez (PSOE), José Antonio Bermúdez de Castro (PP), Esther Gil de Reboleño (Sumar) y Marta González (PP), así como cuatro secretarios que son Gerardo Pisarello (Sumar), Isaura Leal (PSOE), Guillermo Mariscal (PP) y Carmen Navarro (PP).

Por tanto, la decisión final queda en mano de los grupos que conforman el Gobierno, PSOE y Sumar, ya que cuentan con una mayoría de cinco a cuatro votos en la Mesa. Otro punto que no está contemplado en ningún sitio sería el hecho de que la Mesa finalmente aprobara ese voto telemático cómo se haría desde prisión, pues los presos tienen absolutamente prohibido utilizar teléfonos móviles, y muy restringido el acceso a internet.

Si la Mesa le niega el voto, Ábalos siempre podrá acudir a la vía Contencioso-Administrativo en los juzgados, pues la verdad es que pocas causas hay con mayor “especial gravedad que impidan el desempeño de la función parlamentaria debidamente justificadas” que un auto de ingreso en prisión provisional.

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