El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha atendido a los medios de comunicación españoles presentes en el centro de convenciones de Sharm el-Sheikh, ciudad egipcia de la península del Sinaí en la que este lunes se firman los primeros puntos del plan de paz entre Israel y Palestina. Desde una postura de acompañamiento a los protagonistas de la cita -EEUU, Egipto, Catar y Turquía, plenipotenciarios en la creación de este marco de entendimiento-, el ministro ha querido reconocer la importancia del intercambio de rehenes y presos que ha dado forma a este acuerdo y ha valorado positivamente las pretensiones a medio plazo del plan.
“Hoy es un día de celebración y de felicidad porque por fin 20 rehenes israelíes se encuentran ya de vuelta en sus casas. Sus familiares y amigos han podido abrazarles. Además, ha comenzado a entrar la ayuda humanitaria de manera masiva a la franja de Gaza para terminar con la hambruna, para poder atender a las necesidades esenciales y más básicas”, ha enumerado Albares al inicio de su discurso, asegurando que estas son las razones principales por las que decenas de autoridades de una veintena de países se han dado cita este lunes en esta ciudad de vacaciones ubicada entre el Mar Rojo y el Monte del Sinaí.
“Hay que felicitar, por supuesto, a los mediadores que han logrado este momento que por fin ha llegado para los rehenes, para que entre la ayuda humanitaria y para ofrecer un futuro de esperanza también al pueblo palestino. España ha estado apoyando este proceso, apoyando la la paz desde sus inicios y ahora tenemos que dar nuevos pasos a partir de hoy, empezando mañana mismo, para ampliar ese camino de esperanza y para consolidarlo. Tenemos que trabajar para consolidar este alto el fuego, para conseguir que sea definitivo, que sea el primer paso de una paz definitiva”, ha proseguido.
Palabras victoriosas y esperanzadoras que, no obstante, no han hecho al ministro olvidar el caos que vive el pueblo gazatí después de dos años de un genocidio recrudecido tras los ataques del 7-O. “Sus casas están completamente devastadas y hay que seguir remando para poner en pie aquello que España lleva diciendo desde hace ya dos años y que inició junto con Noruega, Eslovenia e Irlanda”, ha añadido. “La solución de los dos estados es la única que va a traer paz, estabilidad y seguridad a los israelíes y a todos los pueblos de Oriente Medio”.
¿Genocidio? Sí, claramente
Tras la intervención inicial del ministro, llegaba el turno de preguntas de los periodistas presentes en el centro de convenciones de Sharm el-Sheikh: ¿quién firmará el acuerdo? ¿Sigue España defendiendo que ha habido un genocidio? ¿Debe responder Netanyahu ante la Corte Penal Internacional? ¿Qué puede aportar nuestro país al proceso de paz?
Sin titubear, Albares despejaba uno a uno todos los interrogantes de los profesionales acreditados a esta ceremonia de paz: “La firma solo estará en manos de los mediadores. Son un poco los que han diseñado lo que va a ser la ceremonia. Son ellos los que la han redactado y todos los demás países venimos a acompañar, a celebrar este momento, este alto el fuego que, insisto, hay que seguir trabajando para consolidarlo y que sea un alto el fuego indefinido”, arrancaba.
“España ha sido desde el principio una voz que pedía paz, que pedía el final de las operaciones militares de Israel en Gaza, que exigía la liberación incondicional de todos los rehenes, que exigía que se rompiera ese bloqueo que estaba produciendo una hambruna inducida en Gaza. Muchas de esas cosas ya están conseguidas”, proseguía, en referencia al papel protagonista que nuestro país y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presente en esta cita tras ser invitado por Egipto como país anfitrión, han tenido durante estos dos años desde los ataques terroristas de Hamás.
Para rematar, y pese al momento de solemnidad y diplomacia, el ministro se enfrentaba a uno de los grandes interrogantes: la condición de genocida de Benjamin Netanyahu. “Desde luego que las responsabilidades están ahí y eso no va a variar. Hay un caso ante el Tribunal Internacional de Justicia, precisamente basado en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. También hay una investigación de la Corte Penal Internacional. La propia Fiscalía Española tiene una investigación, por lo tanto, eso es algo que va a continuar”, sentenciaba.
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover