El Tribunal Europeo de Derechos Humanos considera que el juicio por el que se condenó a Arnaldo Otegi por terrorismo no fue justo. Es más, ha dictaminado que la jueza encargada del mismo, Ángela Murillo, no podía volver a juzgarle.

Durante el juicio, fueron muchas las salidas de tono, los comentarios despectivos e impropios que la magistrada dedicó a Otegi, pero también a otros acusados.

En 2010, Murillo, presidiendo la sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional, fue la encargada del juicio en el que se le condenó a dos años de prisión por homenajear al preso de ETA José María Sagarduy. Pero sus faltas de respeto a Otegi provocaron que se anulase la sentencia.

Sus desplantes fueron tan elevados que el Tribunal Supremo consideró que se había prejuzgado la culpabilidad de Otegi y ordenó que se repitiera al juicio, esta vez, con un tribunal diferente. Al final, Otegi fue absuelto.

Se cruzan de nuevo en el caso ‘Bateragune’

Uno de los momentos claves por lo que se consideró nulo el juicio se produjo cuando la jueza le preguntó a Otegi si condenaba la violencia de ETA, al negarse a responder, Murillo aseguró: “Ya sabía yo que no iba a responder". Por ello, se cree que no se le juzgó, pues ya se creía que era culpable.

Sin embargo, esta jueza y Otegi se volvieron a cruzar. Y es que, la magistrada formaba parte del tribunal que le juzgó por el intento de la refundación de Batasuna con la organización Betaragune.

El primer paso que dio Otegi fue pedir la recusación de Murillo, que la jueza no pudiera formar parte del tribunal, un derecho que puede usar y que se le concedería si se demostrase manifiesta enemistad con el procesado o intereses cruzados.

Sin embargo, se le denegó. Murillo juzgó a Otegi por segunda vez y, ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a España, pues consideran que Murillo debía haber sido recusada.

Repasamos algunos de los momentos más estelares de esta magistrada que, en ocasiones, llegó a tener más protagonismo que el propio juzgado: Arnaldo Otegi.

1- ¿Condena la violencia de ETA?

La magistrada no dudo en usar su derecho a preguntar y su cuestión fue la siguiente: “¿Condenaba rotundamente la violencia de ETA?”. "No voy a contestar", dijo Otegui, a lo que Murillo dijo: "Ya sabía yo que no iba a responder".

Esta pregunta fue la clave para que se considerase nulo el juicio y la condena de Otegui por terrorismo. Paso de estar sentenciado a dos años a absuelto, pues se entendió que la jueza tenía clara su culpabilidad antes de que terminara el juicio.

2- "A mí como si bebe vino"

Cuando la abogada de Otegi le informó de que su defendido estaba en huelga de hambre, Murillo despuntó con un: "A mí como si bebe vino".

Concretamente, la abogada Jone Goirizelaia preguntó al tribunal si podía acercarle una botella de agua a su cliente.

 

3- Encontronazo con la abogada de Otegi

 

4- “¡Pobre mujer! ¡Y encima se ríen estos cabrones!”

La juez de la Audiencia Nacional llamó “cabrones” al exjefe militar de ETA, Javier García Gaztelu, 'Txapote', y a otros tres etarras pues, mientras una víctima contaba su experiencia, ellos se mostraban frio o sonreían.

Se trataba de Adoración Zubeldia, viuda del concejal de UPN en Leitza (Navarra). La mujer contaba entre lágrimas cómo se produjo el atentado que acabó en 2001 con la vida de su marido. “Salí al balcón, y lo vi en una esquina, lo vi que estaba contra un arbusto y que se estaba quemando a la vez que la furgoneta”, explicaba. Además, contaba cómo años después, seguía bajo tratamiento psicológico.

Pese a ello, los etarras sonreían y a la jueza se le escapaba un “¡Pobre mujer! ¡Y encima se ríen estos cabrones!”

6- "¿Un tiro en la nuca a seres inocentes es violencia política?"

Murillo, juzgando a Otegi y otras siete personas por integrar el proyecto de reconstrucción de Batasuna Bateragune, preguntó a una de las acusadas, la abogada Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar Patxi Zabaleta, que ofreciera a la sala su definición de violencia política. "¿Un tiro en la nuca o un atentado a seres inocentes, eso es violencia política?", dijo.

5- “No esta usted en un restaurante, que se calle”

En 2011, se encargó del tribunal que juzgó al etarra Txapote en el juicio por el asesinato de Buesa, el líder del PSOE de Álava.

Allí se le escucharon expresiones del tipo, “que se siente, nadie le ha dicho que se pueda levantar”, “cállese” o “no está usted en un bar”.