La reunión privada entre Arnaldo Otegi y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha enervado a la derecha política. El Partido Popular ha llegado a exigir a Pedro Sánchez que desautorice a Zapatero por el encuentro y, ante esa petición, desde Ciudadanos han tenido que levantar la voz más para que se les escuche.

Lo ha hecho una de sus diputadas más polémicas, Marta Rivera, quien ha dejado de lado la polémica de Mecano y Operación Triunfo para firmar un artículo en El Español donde acusa a Zapatero de querer beber “un vaso de sangre fresca” con Otegi.

Rivera habla en su artículo de la metáfora de Felipe González comparando a los expresidentes con jarrones chinos que “siempre acaban estorbando y cogiendo polvo”. Una situación que, según ella, se empezó a notar con el propio González y con José María Aznar, pero “tras ellos dos llegó Zapatero y allí fue Troya”.

Para la diputada de Ciudadanos, Zapatero es “un vaso de duralex, “o mejor, esa figurita que te regalaron en la boda y no hay forma de que se pierda en las mudanzas”. Y le critica por su labor en Venezuela “donde ha demostrado más empatía con Maduro que con quienes padecen el chavismo, y ahora en suelo patrio”.

“José Luis Rodríguez Zapatero se reunió con Otegi porque el líder de Bildu tenía ganas de conocerlo. Ahí es nada. Un expresidente del gobierno quedando con un delincuente para hacer pandilla”, critica Rivera.

“A lo mejor Zapatero se aburre porque no sabe hacer gran cosa: les pasa a algunos jubilados”, dice la diputada de Ciudadanos, que pide que “alguien le dé algo que hacer al ex presidente para quitarle las ganas de tomarse con ese sujeto un café, un txiquito o un vaso de sangre fresca, que no me extrañaría que fuese eso lo que bebe Otegi”.