La defensa del que fuera jefe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) Marcelino Martín-Blas en la época en la que se llevó a cabo la operación Kitchen solicita al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón que se interrogue en calidad de testigo al que fuera por entonces director general de la Policía Nacional Ignacio Cosidó.

En una semana en la que la Audiencia Nacional ha dado un nuevo impulso a la instrucción de esta pieza separada número 7 del caso Tándem, en la que se investiga un supuesto operativo parapolicial sufragado con fondos reservados y con el que se espió al extesorero del PP Luis Bárcenas y a su familia para sustraerles documentación sensible para esa formación política, el nombre de Cosidó se pone sobre el tablero de juego.

Cabe recordar que, el que fuera portavoz y senador del Grupo Parlamentario Popular hasta la primavera de 2019, fue entre 2012 y 2016 el director general de la Policía. En ese espacio temporal fue cuando tuvo lugar la Kitchen.

Pero la defensa de Martín-Blas, en un breve escrito, señala que el objetivo de su declaración sería "acreditar la falsedad" de las declaraciones en sede judicial tanto del comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo como del que fue director adjunto operativo (DAO) Eugenio Pino. Argumenta la defensa que ambos señalaron que el entonces director de la Policía Ignacio Cosidó "estaba al tanto de la supuesta
intervención de Marcelino Martín-Blas en los hechos objeto de la presente instrucción".

Dado que por el Juzgado Central de Instrucción número 6 han pasado gran parte de los responsables de Interior del gobierno de Mariano Rajoy, cabía la posibilidad de que finalmente Cosidó -cuyo cargo se ubicaba entre el que era el ministro y los mandos policiales- fuera llamado. Y ahora, con esta petición de la defensa de uno de los imputados, se abre esa posibilidad.

En su paso por el Senado, cuando era portavoz, generó una gran polémica al enviar un mensaje al resto del grupo parllamentario señalando que la designación de Manuel Marchena como presidente de lo Penal del Tribunal Supremo permitiría al PP controlar este órgano "por la puerta de atrás".

La declaración de Pino

Ya en octubre de 2020, en la que era la segunda declaración ante el juez del ex DAO de la Policía Nacional Eugenio Pino, apuntó a la cúpula política policial como conocedora de determinados detalles de la operación Kitchen, como la conveniencia de que fuera uno u otro comisario el que actuara como controlador del chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas.

Así, afirmó que no recordaba si fue el secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez o el director general Ignació Cosidó quien le habló de lo poco conveniente que era que el jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, fuera quien controlara a este confidente.

Según esta declaración de Pino, sobre Ríos actuaron como controladores cuatro altos mandos, el jefe de Asuntos Internos Marcelino Martin-Blas; el inspector en excedencia (como director de seguridad de Castilla-La Mancha en la época de Dolores de Cospedal) Andrés Gómez Gordo; el comisario jubilado hoy en prisión José Manuel Villarejo y, de modo circunstancial, el comisario de la UCAO Enrique García Castaño.