El Partido Popular ha decidido ‘recuperar’ la figura de la exalcaldesa de Valencia, la fallecida Rita Barberá, así como hacer gala de su legado. Pero ese legado está manchado por la corrupción más absoluta. No en vano, todo su grupo municipal acaba de ser procesado por blanqueo de capitales y, según ha podido saber ElPlural.com, el fiscal Anticorrupción solicitará para sus manos derechas: el ex vicealcalde Alfonso Grau (blanqueo, cohecho y malversación) y la secretaria del grupo municipal, Mari Carmen García-Fuster (Blanqueo y cohecho), penas que superan los ocho años de cárcel por ser los 'cerebros' del supuesto blanqueo cometido por el PP.

A todo lo anterior hay que sumar que, ese ‘legado’, tiene una segunda causa abierta en los juzgados: el caso Azud, donde están imputados la hermana de Barberá, Asunción Barberá, que era su jefa de gabinete; el marido de ésta y cuñado de la exalcaldesa, José María Corbín, así como todas las hijas del matrimonio y Alfonso Grau. De hecho, como explicó este periódico, María José Catalá, la actual líder del PP de la Ciudad de Valencia y mirlo blanco del número 1 del PP en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, tiene a una de las hijas de Barberá como asesora pese a la imputación por corrupción que pende sobre ella.

Mazón y Catalán han decidido obviar esas causas: para ellos no existen, pese a que prácticamente todos los contratos firmados durante casi dos décadas en el consistorio valenciano están bajo la lupa judicial. Nadie dimite. Nadie es cesado. Todo son excusas mientras al menos cuatro personas, tres procesadas y otra imputada, siguen cobrando cerca de 3.000 euros al mes del erario, pues María José Catalá los tiene como asesores. De hecho, Catalá tiene a 33,3% de sus asesores, cuatro de doce, inmersos en procedimientos penales.

Ojos que no ven…

Como dice el refrán: ojos que no ven, corazón que no siente. Esa es la máxima establecida por Catalá con el beneplácito de Mazón. Ambos reivindican el legado de Rita Barberá sin siquiera pestañear por el hecho de que el que fuera la mano derecha de la exalcaldesa, Alfonso Grau, sigue en la prisión de Picassent desde que fuera detenido en el marco de la operación Azud o porque todo el grupo municipal de esa época se vaya a sentar en el banquillo. A su juicio traer la Copa América queda por encima de la supuesta financiación irregular o del sistemático amaño de contratos municipales presuntamente cometido en el consistorio.

¿Qué hará la líder del PP de Valencia cuando vea la cantidad de años de prisión que piensa solicitar la Fiscalía Anticorrupción? Las fuentes consultadas aseveran que, desde el Ministerio Público lo tienen claro: el PP de Rita Barberá se dopó para ir a las elecciones al menos desde 2007. Antes de la crisis presuntamente dispararon con pólvora de rey gastando cerca de 3 millones de euros en la campaña de las municipales, un dinero que supuestamente procedía de empresarios contratistas y, cuando no hubo dinero a capazos, se acudió a la forma más burda de blanqueo: el pitufeo.