La fiscal del conocido como caso niñera pide la declaración como investigada de la asesora de Podemos, Gara Santana, aunque explica que, en su declaración como testigo, Elena González, la ex escolta de la ministra de Igualdad, Irene Montero, "evidencia animadversión hacia Montero y que no es extraño que una amiga ayude a otra con dos recién nacidos, prematuros, recién salidos del hospital". Este caso investiga si se utilizó dinero público, por parte de la ministra, para fines privados como pagar la niñera de sus hijos.

Así, en el informe enviado al Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid, la representante del Ministerio Público explica que "la testigo (González) refirió otra persona distinta de Teresa Arévalo -asesora- que ejercía esa función", la de niñera.

Dice la fiscal que así consta en la declaración de Elena González, "que iba otra persona a cuidar de los niños que no era Teresa Arévalo. Ella la llevaba personalmente. Esa persona estaba contratada por el partido, cree que, por el Congreso, aunque no sabe quién le pagaba exactamente. Desde luego era una persona pagada por el partido político Podemos o por el Congreso. Esa persona era del equipo de prensa de Irene Montero. La recogía personalmente, la llevaba por la mañana y luego se quedaba todo el día. Sabe que se encargaba de cuidar porque se lo contaba esa persona. Se llama Gara, era en aquel momento novia del señor Rafael Mayoral. Fue durante el tiempo, cuando salieron los niños del hospital".

En su declaración ante el juez también aseveró que, "no sabe cuánto se prolongó porque dejó al poco tiempo de trabajar con la Sra. Montero. También había otros trabajadores o del partido o del Congreso que se desplazaban al domicilio para ayudar. No sabe si lo hacían por amistad. Ella comentó que cuidaba a los niños. Era amiga de Irene Montero. Eran muy amigas, siempre han tenido relación y luego también al ser ella pareja sentimental de Rafa Mayoral".

Sobre eso dice la fiscal que la testigo señala a una persona concreta, la citada como investigada, que supuestamente hacía funciones privadas que se abonaban con dinero público. "El hecho de que Mónica Carmona no hiciera referencia a la misma no es óbice para acordar su declaración como investigada. Cierto es que la declaración de la testigo evidencia animadversión hacia Irene Montero y que no es extraño que una amiga ayude a otra con dos recién nacidos, prematuros, recién salidos del hospital. Y que lo haga sin ser remunerada por ello. Y tampoco es ilógico que, estando de baja Irene Montero, hubiera reuniones políticas en su domicilio dada la posición que ocupaban tanto ella como Pablo iglesias en el partido político". Y por todo asevera que todas estas consideraciones deberán hacerse una vez oída la investigada y practicadas todas las diligencias.