El exjefe de seguridad de Iberdrola Antonio Asenjo ha exculpado ante el juez del caso Tándem a Ignacio Sánchez Galán, presidente de la compañía eléctrica, de la contratación de los servicios de José Manuel Villarejo. Tal y como ha revelado Voz Pópuli, el exempleado ha negado en su declaración a puerta cerrada en la Audiencia Nacional que el máximo cargo de la empresa conociera los servicios que estaban siendo solicitados al comisario jubilado.

Asenjo ha acudido a prestar declaración este lunes después de que la Fiscalía Anticorrupción solicitara su comparecencia como investigado por delitos de cohecho y revelación de secretos en la pieza 17 de la macrocausa del ‘Caso Villarejo’. El exempleado está siendo investigado por la contratación del excomisario para realizar presuntas tareas de espionaje a empresas y particulares.

Especialmente anecdótica es una de las nuevas revelaciones aportadas por Asenjo en sede judicial. El exjefe de seguridad ha asegurado que en el último año tenía un presupuesto de 170 millones de euros, y que, en total, llegó a adjudicar 1.500 millones, pero que estas partidas no debían pasar previamente por el presidente de la compañía. El nombre de Ignacio Sánchez Galán ha sido mencionado con asiduidad en la sesión que ha tenido lugar este lunes por la mañana, pero en todo momento Asenjo ha negado vinculación alguna del que fuera su jefe con estas contrataciones.

Esta versión de los acontecimientos choca frontalmente con la expuesta por José Antonio del Olmo, exresponsable de Control Corporativo de Iberdrola, que declaró como testigo y presunto autor de un supuesto informe en el que acusaba a la dirección de la eléctrica de ordenar el espionaje y usar facturas falsas.

Del Olmo se ratificó ante el juez, señalando directamente al presidente de la compañía, a su número dos y al responsable de servicios generales. Estas aseveraciones han provocado que la empresa haya presentado rápidamente dos querellas en su contra: una por injurias y calumnias y otra por falsedad documental.

Galán no conocía los pormenores

Asenjo también ha ratificado en su declaración, tal y como desvela La Información, que sí que despachó algunos de los primeros encargos al conglomerado empresarial de Villarejo con Sánchez Galán. Sin embargo, el exdirectivo de la bilbaína aclara que el máximo responsable de la empresa no tenía por qué conocer los pormenores de estos encargos que supusieron un coste a la empresa de 1,1 millones de euros.

Concretamente, el que fuera jefe de seguridad de la empresa hace referencia a la conocida como ‘Operación Arrow’ que empezó en 2004 y terminó en 2016 con una investigación a la compañía Eólica Dobrogea tras declararse insolvente para liquidar la deuda pendiente que tenía con Iberdrola.