La ex secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, declaró ante el juez que instruye el caso Kitchen Manuel García-Castellón, que su reunión con el ex comisario José Manuel Villarejo fue motivada porque creía que “podía tener información” de actuaciones “que no fueran ortodoxas o regulares” por parte de ciertos miembros de la formación conservadora.

Según los audios de la declaración, Cospedal detalla que fue el propio Villarejo el que solicitó ver a la ex ministra de Defensa. Confiesa que accedió a reunirse con él para que se lo “explicara y lo demostrara”. Sin embargo, nunca llegó a “probar nada” en el marco de estas actuaciones.

La ex número tres de Mariano Rajoy justificó sus reuniones con el excomisario arguyendo que, debido a su “posición” y sus “relaciones en todas partes”, podía arrojar algo de luz sobre el presunto espionaje al Partido Popular. Sin embargo, Cospedal reiteró, una vez más, que nunca le propuso “ningún encargo profesional”.

Ante las preguntas del magistrado García-Castellón, Cospedal afirmó con rotundidad que el excomisario Villarejo jamás le aportó un dato que ella no supiera en relación a las escuchas. Además, matizó que la información que le trasladó al ex policía era la misma que trascendió a los medios de comunicación.

La ex secretaria general del PP subrayó que Villarejo era una persona “muy dada a hablar con mucha profusión de muchas cosas”, así como a “adornar profusamente” la información publicada en los medios de comunicación.

La norma de cortesía

El marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro reiteró en su testifical ante el tribunal que las consultas a Villarejo no trascendieron el nivel personal, es decir, que no abonó ningún pago al excomisario por sus labores. De hecho, según remarcó en el juicio, la práctica totalidad de las conversaciones entre ambos versaban sobre asuntos que ya habían aparecido en los medios de comunicación o que saldrían al “día siguiente”. Por lo tanto, el empresario defiende que “no tenía sensación de que desvelara ningún secreto ni nada”.

Ante las preguntas de la Fiscalía, el empresario recalcó que “nunca” escuchó que se le encargara nada desde el Partido Popular, aunque insistió en que él no era militante, por lo que no tuvo “la más mínima capacidad de encargar nada”. “En la primera conversación de Villarejo con mi mujer, al despedirnos me pareció una norma de cortesía que alguien que había expuesto en esa reunión su empresa, le dije que alguna vez se te encargará, pero sabiendo que yo no tenía capacidad de contratar y que me conste, nunca ella ha contratado nada”, aseguró.

El marido de Cospedal negó rotundamente que tuviera conocimiento de reuniones posteriores entre su mujer y el excomisario tras la del mes de junio de 2009. Asimismo, justificó que Villarejo entrara a la sede de Génova por el garaje con el fin de que no quedara constancia de su entrada. “Es normal cuando no quieres que se vea”, reconoce López del Hierro, quien recuerda que cuando la ex secretaria general del PP estaba en la oposición “el 90 por ciento de los empresarios entraban así”.