El marido de María Dolores de Cospedal, Ignacio López del Hierro, ha testificado en la Audiencia Nacional ante el juez del caso Kitchen Manuel García-Castellón. En su declaración ante el magistrado, el empresario ha contradicho a la ex secretaria general del Partido Popular al admitir que ambos le propusieron “trabajos puntuales” al ex comisario Villarejo por cortesía.

El empresario y marido de María Dolores de Cospedal se ha desmarcado de la operación Kitchen y ha negado la existencia del aparato parapolicial dedicado al espionaje al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas.

López del Hierro ha remarcado que no tuvo ninguna participación en la operación y ha insistido en que no intervino en la captación del chófer de Bárcenas como espía para la trama. Pero el empresario sí ha reconocido que la relación con el ex comisario era personal, aunque ha matizado que “ligera”.

Ha relatado que ambos se conocieron en los 90 a través de un abogado, pero no fue hasta años después cuando retomasen el contacto. Como hiciera su mujer el martes, ha aludido a la reunión de ambos con el ex comisario en Génova en el año 2009, aunque no recuerda si fue en ese momento cuando le presentó a Cospedal.

Asimismo, a López del Hierro no le consta que el verdadero objetivo de Villarejo fuera el de informar sobre los avances de la investigación sobre la Gürtel. Ha indicado que mantuvieron conversaciones como la trama de corrupción del Partido Popular porque era materia de actualidad y ha ejemplificado que, si ocurriera a día de hoy, hablarían sobre “los indultos”.

Versiones contrapuestas

Sin embargo, las versiones del matrimonio se disocian en materia de encargos. López del Hierro ha admitido que sí le propusieron “trabajos puntuales” al excomisario, pero ha matizado que se trasladaron como “norma de cortesía” y no le consta que se llevaran a cabo.

El martes, Cospedal ofreció una versión de los hechos opuesta a la aportada por su marido. Si bien admitió se reunió varias veces con Villarejo, la ex secretaria general del PP negó que se le propusiera encargo alguno. De hecho, argumentó que en el primer encuentro sí estaba presente López del Hierro, pero, a partir de entonces, las reuniones se celebraron sólo entre ella y el excomisario.

La que fuera secretaria general del PP quiso aclarar que nunca encomendó ninguna tarea a Villarejo, asegurando que su único propósito era que el comisario le contara lo que supiera sobre las filtraciones que se hacían a los medios de comunicación acerca del partido y de ella, dado que era una persona con mucha información. Una versión que, un día después, se ha derrumbado tras admitir López del Hierro que se le trasladaron propuestas de trabajo “puntuales”.