Elche ha sido escenario de la detención de tres hombres de entre 48 y 54 años, acusados de un presunto delito de hurto. Los individuos, de nacionalidades española y búlgara, accedieron a una vivienda y sustrajeron tres campanas de bronce datadas en el siglo XIX. Este suceso ha llevado a los agentes de la Policía Nacional a actuar con rapidez para esclarecer los hechos. La operación culminó con la puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de la ciudad de los detenidos. La Jefatura ha sido la encargada de informar sobre este avance en las investigaciones.

La investigación comenzó cuando agentes de la Policía Judicial descubrieron que un anticuario de Elche había sido contactado por una persona interesada en conocer el valor de las campanas robadas. Este contacto telefónico despertó las sospechas del anticuario, quien decidió no involucrarse al desconocer tanto la identidad del interlocutor como el origen de los objetos. Temiendo que pudieran ser artículos sustraídos, el anticuario optó por no realizar ninguna tasación. Esta decisión resultó ser fundamental para que la policía pudiera seguir el rastro de los presuntos ladrones y avanzar en el caso.

La investigación se intensificó cuando los agentes averiguaron que había otras dos personas implicadas en el hurto. Estas personas, que resultaron ser miembros de una misma familia, habían colaborado en el robo de las campanas. La identificación de estos individuos permitió a los investigadores establecer un dispositivo policial de localización. Este dispositivo, en colaboración con las patrullas de seguridad ciudadana, fue crucial para la detención de los tres hombres. La coordinación entre las distintas unidades de la policía resultó esencial para el éxito de la operación.

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