Este fin de semana se celebró el Día Nacional del Celíaco, una enfermedad en la que desde la Federación de Asociaciones de Celíacos en España (FACE) se ha insistido mucho en los últimos años, con el fin de prevenirla por medio de un diagnóstico a tiempo que permita al paciente iniciar cuanto antes el tratamiento.

En la actualidad, la celiaquía afecta a más del 1% de la población española, lo que supone en torno a medio millón de personas, que aún tienen más complicado acceder a productos de primera necesidad, como el pan o la pasta.

“Con todo lo que se ha legislado el tema está muchísimo mejor, aunque no todos los sitios van a estar preparados. Hay que tenerlo en cuenta”, explica Susana Molina, periodista gastronómica, a ELPLURAL.COM.

Posición de los celíacos

Cada año, la FACE incide en la importancia de renovar el protocolo de diagnóstico precoz que se puso en marcha hace nueve años, y en la necesidad de incluir una normativa de seguimiento, ya que la mitad de los afectados no realiza bien la dieta que se les plantea.

Se calcula que la celiaquía va a aumentar a un ritmo del 15% cada año, sobre todo en aquellos sujetos que son genéticamente más susceptibles. “Mucha gente joven sí que es crítica con este tema, pero todos los cambios que se están haciendo son maravillosos si echamos la vista atrás. Yo, en particular, soy celíaca desde hace 30 años”, continúa Susana.

“No me molesta tanto que haya, por ejemplo, pan sin gluten. Lo que más chirría puede ser el hecho de ir a un restaurante y que te puedan marcar. Agradezco mucho más que te traten con normalidad en vez de como a un celíaco, intentando remarcar esa sensibilidad”, comenta Susana Molina a este diario.

Un tema que siempre ha estado en el aire ha sido el que atañe a las diferencias de precio en productos con y sin gluten. Para Susana es algo que “se está corrigiendo”, aunque hay que tener en cuenta que todavía “queda mucho por avanzar”.

“La restauración está cada vez más concienciada, aunque ese grado de concienciación hay que subirlo un poquito más”, concluye nuestra protagonista.