La agresión de Dakota a Colate en la novena gala de Supervivientes sirvió a Telecinco para hacer caja con un 35% de cuota de pantalla y 3.645.000 espectadores, de los que una buena parte vieron con estupor cómo la dirección del programa tapaba el empujón de la achavala de Hermano Mayor para mantenerla a toda costa en la isla. El mensaje de la cadena a la sociedad y, en particular a los padres, de: 'si mi hijo es un maltratador, lo encubro porque muy en el fondo es un niño bueno, para mí' chirría un poco precisamente el día que se confirma que el niño que se lanzó por un acantilado en Getxo, Bizkaia, era víctima de acoso escolar.

El programa extendió la noche del jueves todo lo que pudo el incidente entre Dakota y Colate para mantener a los espectadores ante sus televisiones. El presentador fue preguntando uno a uno a los concursantes su versión de lo que había pasado y la mayoría pasó de largo, salvo Alber, que dijo que la chavala había empujado al empresario. Todo empezó cuando el joven llegó a la hoguera con un pescado "para comer todos", un argumento que la chica ignoró al reprochar: "Me estás demostrando que eres un egoísta con eso de 'voy a pescar y me como lo que pesco'".

Cierto que Albert había sacado cara por el pez: "Estoy todo el día reventado, ¿y luego no puedo elegir ni el pez? Ve tú y mójate el culo". A lo que Dakota contestó: "Pues si quieres comida y fuego, te lo haces". En medio de ese tira y afloja por las llamas, entra en escena Colate, que se pone de parte del joven e intenta ayudarle a colocar el pescado y es cuando tras unas palabras cruzadas, la protagonista de Hermano mayor empuja al empresario haciéndole caer al suelo. ¿Qué él hubiera podido evitar la caída? Difícil saberlo, aunque dado el nivel de extenuación de los concursantes por el hambre, ir al suelo resulta casi un alivio.

Dakota, consciente de lo que ha hecho y que la broma le puede costar caro, hace un ademán para ayudar a Colate y, a partir de aquí, su estrategia de defensa consistirá en negar que ha dado el empujón. Lo hace en el momento:  "¡Pero si me estáis empujando los dos!". Y más tarde, cuando jura hasta por su hermano muerto que no ha hecho una cosa así, entre sollozos sin lágrimas.

El broche de oro lo puso Jorge Javier Vázquez cuando leyó el mensaje de la organización del programa, tras la nominación de Mónica Hoyos y Dakota: "No se aprecia una agresión violenta de Dakota hacia Colate. Hay un forcejeo entre ambos, previo, durante y posterior a la caída. No se pueden llegar a estos extremos". Se añadió, sin embargo, que "no se puede llegar a ciertos extremos, ni físicos ni verbales". El programa de Telecinco dio un manotazo a la agresión y despidió a la ex de Carlos Lozano. 

Dakotas al uso

De nada valió que Mónica haya confesado que los concursantes se tragan todos los sapos porque tienen auténtico "miedo" de la chavala de Hermana mayor. Un bullying generalizado en toda regla. Salvando las diferencias que, obviamente, son muchas, vale la reflexión. Esto ocurre el mismo día en que se confirma que el niño de 13 años que se lanzó por un acantilado en Getxo, Bizkaia, había sufrido acoso escolar en un colegio de Erandio, donde otros alumnos, Dakotas al uso, habían convertido su vida en un "infierno".

¿Qué deben hacer esos padres? ¿Disfrazar el acoso: 'Mi hijo en el fondo es un buen niño porque a mí me viene bien'?