El testamento del papa Francisco, redactado el 29 de junio de 2022, recoge sus últimos deseos, que están marcados por la austeridad que le caracterizaba. Así, como redactó en el mismo, su tumba será sencilla, de mármol fabricado en la región italiana de Liguria y con la inscripción de ‘Franciscus’, además de la reproducción de su cruz pectoral del pontífice. 

En este momento, la tumba se encuentra en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la Basílica Liberiana, cerca del Altar de San Francisco, en la Basílica de Santa María la Mayor. Así lo manifestó en el documento de sus últimas voluntades donde indicó que su deseo era ser enterrado en una tumba realizada con "piedra de Liguria, la tierra de sus abuelos". Además, pidió que su sepulcro estuviese "en la tierra", que fuese "sencillo", sin decoración, y con la única inscripción 'Franciscus'.

La despedida más humana

El papa Francisco siempre fue un líder transformador, y lo más valioso es que incluso después de su fallecimiento, se están llevando a cabo cuestiones para que todo el mundo se sintiese parte de la Iglesia Católica. Así, un grupo de 40 personas en situación de vulnerabilidad -entre ellas personas sin hogar, reclusos, migrantes y miembros de la comunidad trans- tendrá el honor de acompañar el féretro del papa Francisco en los momentos previos a su sepultura. Estas personas estarán presentes en la escalinata principal de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, el lugar elegido por el pontífice para su descanso eterno, donde le rendirán un último adiós, según ha comunicado el Vaticano.

Con este acto simbólico, y que tanto caracterizaba al santo padre, la Santa Sede ha querido subrayar el profundo vínculo del papa Francisco con los más desfavorecidos. "Los pobres tienen un lugar especial en el corazón de Dios. Así también en el corazón y en el Magisterio del Santo Padre, que había elegido el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca", ha señalado el Vaticano.

Cada uno llevará una rosa blanca en la mano. Serán unos cuarenta, reunidos en la mañana del sábado 26 de abril en las escalinatas de la Basílica de Santa María la Mayor. Personas sin hogar, presos, migrantes, personas trans y quienes viven en la pobreza estarán allí para decir no solo “adiós”, sino, sobre todo, “gracias” a un papa que, para muchos de ellos, fue como un “padre”.

La noticia fue anunciada en un comunicado de la Santa Sede, que destaca que "los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios", así como "en el corazón y en la enseñanza del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca".

¿Quién pagará el funeral?

El funeral del Papa Francisco tendrá lugar este sábado 26 de abril a las 10.00 horas en la Plaza de San Pedro. La misa de exequias se celebrará en el atrio de la Basílica, según el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, y será presidida por el decano del Colegio según ha informado la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas.

En el testamento hay otro dato sobre quién se hará cargo de los gastos del funeral, el cual nadie ha pasado por alto y es que, el santo padre explica que la persona que pagará los respectivos pagos del funeral será un benefactor anónimo, saltándose una vez más la tradición de que la Santa Sede se haga cargo de los gastos. 

“Los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que he dispuesto, que será transferida a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y para la cual he encargado las oportunas instrucciones al Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo Liberiano”, recoge el testamento. La identidad del benefactor permanece oculta, sin embargo, la Oficina de Prensa del Vaticano sí que ha confirmado que ya se ha ejecutado la donación pero no ha desvelado su nombre, su procedencia ni se ha explicado la decisión del pontífice.

Los fieles podrán asistir al funeral 

Los fieles seguidores del papa Francisco que deseen despedirse de él, podrán asistir este sábado a su funeral sin la necesidad de poseer una entrada para acceder a la Plaza de San Pedro, donde se celebrará la misa de exequias, y podrán entrar en la plaza hasta completar aforo. 

La plaza permanecerá abierta desde primera hora de la mañana para que los ciudadanos puedan ir accediendo a la misma, según han informado desde el portal del Vaticano, ‘Vatican News’. 

No se sabe cuántas personas van a poder acudir, sin embargo, en el funeral de Juan Pablo II, celebrado el 8 de abril de 2005, se calcula que acudieron en torno a cuatro millones de personas a Roma llegadas de todo el mundo, aunque solo 300.000 consiguieron un sitio en la Plaza de San Pedro.

Con motivo de la misa de exequias de Wojtyla, miles de peregrinos pasaron la noche anterior en las cercanías de la Plaza de San Pedro, en sacos de dormir. Además, en aquella ocasión, se instalaron 25 pantallas gigantes en diversos lugares de Roma para retransmitir el funeral.

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