El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas avisan de once casos sospechosos de viruela del mono en España. Hasta ahora los pacientes eran ocho que, junto a los tres que se suman ahora -todos ellos de Madrid- están pendientes de confirmación a través de pruebas genéticas realizadas por el Centro Nacional de Microbiología. Por su parte, Reino Unido ha avisado de siete casos y Portugal tres. 

El virus del mono se contagia por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales e, incluso, la saliva. Pero también por las lesiones de la piel o la mucosa de animales infectados. De ahí que en África se hayan encontrado casos consecuencia de la manipulación de monos o ratas gigantes de Gambia, entre otras especies poco comunes.

En relación a esto, la OMS advierte de que otra línea de contacto deriva de la mala cocción de la carne de animales infectados, siendo los roedores los principales difusores.

Por su parte, la transmisión de persona a persona se puede dar con el contacto estrecho a través de secreciones infectadas de las vías respiratorias, lesiones en la piel u objetos contaminados a partir de los fluidos de la persona o el material que haya provocado la lesión. Puede pasarse asimismo a través de la placenta o por inoculación.

Los síntomas más comunes de la enfermedad son fiebre, cefalea, inflamación de los ganglios linfáticos (linfadenopatía), principal diferencia respecto de otras enfermedades que presentan síntomas similares; dolor lumbar, mialgias y mucha fatiga.

Estos se suelen presentar en los primeros cinco días, mientras que en el siguiente o los tres siguientes al inicio de la fiebre, aparece la erupción cutánea que suele presentarse primero en el rostro y después en el resto del cuerpo. Los síntomas suelen durar entre 14 y 21 días.