El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación que “no es probable” que la viruela del mono “vaya a generar una transmisión importante”, pero que “no lo podemos descartar”.

“Tenemos que tener mucho cuidado. Estamos trabajando con todas las hipótesis posibles y cuando tengamos información un poquito más sólida se darán los datos necesarios”, ha añadido. 

Asimismo, el máximo responsable del CCAES ha relatado que el también conocido como virus del mono “hasta hace pocos años no tenía más de una segunda generación de transmisión", pero que últimamente “sí se han detectado hasta tres y cuatro brotes”.

“Nos interesa el origen del virus. De momento el origen es algún caso que pudo haber llegado desde África. A ver si se pude identificar en Reino Unido o Portugal o, si se confirman los casos sospechosos de España”, ha sostenido.

24 casos sospechosos

Sanidad y las comunidades autónomas han avisado de 24 posibles casos de viruela del mono, todos ellos en Madrid, siete de ellos ya confirmados. La alerta llega después de que los otros países mencionados advirtieran de varios brotes. El país británico ha contabilizado a siete personas, mientras que la capital del país vecino ha confirmado asimismo tres casos después de realizar una prueba PCR.

El virus del mono se contagia por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales e, incluso, la saliva. Pero también por las lesiones de la piel o la mucosa de animales infectados. De ahí que en África se hayan encontrado casos consecuencia de la manipulación de monos o ratas gigantes de Gambia, entre otras especies poco comunes.

Sus síntomas suelen durar de dos a cuatro semanas, siendo los más comunes fiebre, dolores de cabeza recurrentes (cefalea), inflamación de los ganglios linfáticos (linfadenopatía), principal diferencia respecto de otras enfermedades que presentan síntomas similares; dolor lumbar, mialgias y mucha fatiga.

Actualmente no hay un tratamiento ni una vacuna específica contra el virus del mono. De hecho, como se puede deducir de líneas anteriores de este artículo, la vacuna de la viruela ayudó a prevenir el contagio hasta en un 85%. Así las cosas, y aunque ahora dicha vacuna ya no existe, pues tampoco lo hace la viruela, la vacunación antivariólica puede fomentar que la evolución sea menor. Por su parte, algunos fármacos antivíricos pueden resultar eficaces, pero no se han estudiado como tratamiento.