Hablar de ello en 2025 sigue costando, más todavía cuando aún queda una amplia lista de tabúes por romper. Sin embargo, los esfuerzos colectivos e institucionales posibilitan que cada vez el suicidio y sus maneras de prevenirlo lleguen a más gente y la concienciación sobre la importancia de hablar del tema adquiera más fuerza.
Por primera vez en la historia, este viernes el Ministerio de Sanidad junto con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) han aprobado un plan exclusivo para abordar la prevención del suicidio a través de múltiples iniciativas. En la rueda de prensa posterior al Consejo, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha celebrado el carácter exclusivo del plan y los avances que este supone. “Hasta ahora, la prevención del suicidio siempre formaba parte de guías de práctica clínica y de planes de acción de salud mental, pero con este nuevo paso lo que hacemos es darle una entidad propia a la atención de la conducta suicida, consolidando las iniciativas en marcha y permitiendo el desarrollo de nuevas medidas a la altura de este desafío de salud pública”, ha comentado.
De manera paralela a la aprobación del Plan, se ha anunciado también la puesta en marcha del Observatorio para la Prevención del Suicidio, algo “fundamental” en la tarea de analizar los datos que permitan estudiar con precisión las causas y los factores de riesgo del suicidio y que permitan, por tanto, implementar estrategias “más efectivas”.
Mayor coordinación con el 024
Entre aquellos puntos señalados por Sanidad que comprende el Plan y que ayudarán a mejorar la atención y el trabajo en este ámbito, destaca una mayor coordinación con el teléfono 024 en todas las comunidades autónomas. En este sentido, aquellos que trabajen vía telefónica recibirán mayor formación para adquirir competencias en atención al riesgo suicida.
Sobre ello, la titular de Sanidad ha señalado que “es un recurso que ha sido manifiestamente útil y en el que hemos introducido también muchas mejoras en base a analizar, evaluar y estudiar los registros que tenemos. Y lo que queremos reforzar es la coordinación entre el recurso o el dispositivo del 024 con los recursos asistenciales a los que podemos derivar a todas las personas que hacen uso de ese recurso”.
La salud mental, integrada en los mecanismos de seguimiento
En líneas similares al carácter histórico de este plan, será también la primera vez que la atención a la salud mental se integre dentro de la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública. “Esto significa que, por primera vez, la salud mental va a integrarse plenamente en los mecanismos de seguimiento y de alerta de la salud pública, permitiéndonos detectar tendencias y responder de una manera mucho más ágil y mucho más coordinada”, ha detallado García.
Con el objetivo de poner todo ello en marcha, Sanidad cuenta con una financiación de 18 millones de euros. En este sentido, respecto al equilibrio entre comunidades autónomas García ha adelantado que “estará supeditado al cumplimiento” de las acciones recogidas en el Plan.
“El reparto de estas cuantías lo tenemos que debatir y lo tenemos que aprobar en otro Consejo Interterritorial. Este es un procedimiento que se hace así con todos los planes y con todas las aportaciones económicas que se hacen a las comunidades. Quiero decir que nosotros aseguramos una financiación y luego el propio reparto tiene que tener su propio procedimiento”, ha señalado.
Las seis líneas de acción del Plan
Según han podido señalar en el Consejo, las líneas a seguir son las siguientes: recopilación de información de calidad, sensibilización, refuerzo de la prevención en situaciones de vulnerabilidad, integración de la prevención en las políticas públicas, mejora del abordaje sanitario y promoción de la colaboración intersectorial para lograr un enfoque integral de la conducta suicida.
Por lo que hace a la sensibilización, el Plan hace referencia a campañas accesibles para promocionar la salud mental, y prevenir el suicidio, así como acciones dirigidas a mejorar la formación de los medios de comunicación con la actualización del Manual de apoyo para los profesionales. Por su parte, en prevención se intensificarán aquella medidas que limiten el acceso a medios letales, se impulsará el modelo de Escuelas promotoras de salud, se fomentará la prevención en los entornos laborales, y se identificarán y actuará sobre los 'puntos críticos', como puentes o edificios altos.
Al margen de todo ello, el Plan pone especial atención en los colectivos vulnerables como personas en situación de soledad no deseada, personas mayores y personas con discapacidad. En este ámbito, se incluyen también adolescentes y jóvenes en entornos educativos y comunitarios, así como personas LGTBIQ+ centradas en combatir la discriminación y ofrecer un entorno más inclusivo. A su vez, se establecen acciones relacionadas con la posvención, para apoyar a familiares y personas allegadas tras una pérdida por suicidio, promoviendo el manejo saludable y el alivio del duelo.