Entre Noruega e Islandia, en mitad del océano Atlántico, se encuentra el archipiélago de las Islas Feroe, territorio que pertenece a Dinamarca y que en abril, normalmente, bloquean el acceso a turistas por mantenimiento de senderos y para preservar los paisajes naturales.

Este lugar, que ya es un punto de interés por su increíble naturaleza, ha sumado un atractivo más al construir el primer túnel con una rotonda submarina del mundo que conecta las islas de Streymoy con Eysturoy, concretamente los municipios de Tórshavn, Runavik y Strendur. El nombre de este viaducto es Eysturoyartunnilin y no es el primer túnel bajo el agua de los Feroe, sino que en realidad se trata del tercero después de Vágatunnilin, que abrió en 2002 y conecta Vágar con Streymoy, y Norðoyartunnilin que empezó a funcionar en 2006 y une la isla Eysturoy y la isla Borðoy. El objetivo que buscan es permitir la conexión entre islas en cualquier momento del día.

La construcción de este último túnel comenzó en 2017 y finalizó hace menos de un mes, el 19 diciembre de 2020. Lo increíble de esta obra, que ha conseguido ser noticia en medio mundo, es su glorieta que se encuentra a 180 metros bajo el océano Atlántico y que su decoración es un espectáculo visual.

Tróndur Patursson ha sido el artista encargado de decorar la obra de naturaleza marina y lo ha conseguido de una manera muy realista. Al final del túnel, en la isla Eysturoy, se halla la que se conoce como la “rotonda medusa” por su forma que es muy parecida a estos animales, además las paredes, el techo y la iluminación recrean el fondo marino. Asimismo, está rodeada de una escultura que forma un anillo de acero con siluetas de personas bailando la danza tradicional del archipiélago.

NCC Group ha sido la empresa encargada de ejecutar el proyecto y su director general, Teitur Samuelsen, ha asegurado en el medio The Guardian que “la gente conducirá por el túnel solo por la experiencia”.

No obstante, este recorrido no es gratis, a travesar esta carretera marina vale 75 coronas danesas, alrededor de 10 euros, aunque hay la opción de pagar una cuota anual para que cada viaje salga más económico.

¿Crees que esta rotonda submarina será capaz de atraer la atención de turistas tras la pandemia del Covid?