Existen entornos tan sorprendentes que rozan la irrealidad, ya sea por el paso del tiempo y la acción de la naturaleza o por las características especiales de su ecosistema o la acción del hombre. Como otros países, España cuenta con enclaves mágicos, a veces desconocidos, que merecen la pena ser visitados.

1. Riotino, el Marte español

El parque minero de Riotino, a una hora de Huelva, es una de las minas de cobre más importantes del mundo, en la que la presencia de minerales y ciertas bacterias han dado como resultado un paisaje único de apenas vegetación, cráteres gigantescos y un color anaranjado que inunda tanto tierras como el río que las recorre y que dota al paisaje de un halo marciano.

 El parque minero de Riotino

Según la web businessinsider.es, científicos de la NASA y del Centro de Astrobiología (INTA/CSIC) se han interesado en varias ocasiones por las minas de Riotinto, dada su parecido a Marte. En la actualidad es posible visitar la mina, incluyendo una visita al interior de una casa británica tal y como era en la época.

2. Playa de Sakoneta (Guipúzcoa)

La playa salvaje de Sakoneta se encuentra en Deba (Gipúzcoa), en el corazón del Biotopo protegido Deba-Zumaia, una zona costera de alto valor geológico y biológico entre el mar Cantábrico y las montañas vascas.

Playa de Sakoneta

Se trata de una formación de capas en los acantilados que por erosión continuada del mar dejan al descubierto sucesivos estratos rocosos. 

3. Charco Verde, Lanzarote, Las Palmas

La laguna de los Clicos, popularmente conocida como Charco Verde debido al color de sus aguas, se encuentra en el Parque Nacional del Timanfaya de Lanzarote (Las Palmas). La tonalidad verdosa se debe a  la presencia de un tipo de alga marina que crea una imagen totalmente irreal.

Charco Verde en Lanzarote

La laguna se creó en el cráter de un volcán tras su última erupción, en el siglo XVIII.

En su margen este se localizan terrenos volcánicos mientras que al oeste se encuentra el mar, con el que el Charco Verde se conecta por grietas subterráneas. 

4. Laguna salada, Alicante

Ubicada en el Parque Natural de las Lagunas de la Mata y de Torrevieja, la laguna rosa debe su peculiar tonalidad a la presencia de la bacteria Dunaliella salina en aguas de alta concentración de sal.

El impresionante tono rosáceo puede variar dependiendo del momento del día, como consecuencia entre otras cosas de la luz, pero siempre sorprende por dotar al entorno de un aire fantástico fuera de lo normal.

5. Bufones de Prías

Los Bufones de Prías (Asturias) son estructuras formadas por la erosión continuada del oleaje sobre los acantilados de roca caliza que da lugar a huecos y galerías subterráneas que conectan el mar con la tierra.

El oleaje que golpea en las paredes produce que el aire comprimido de las galerías sea expulsado, liberando al exterior el agua acumulada en forma de chorros de gran altura, ofreciendo un espectáculo grandioso.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Pero el lugar merece la pena por si solo, más allá de este acontecimiento. El paisaje rocoso repleto de grietas, huecos y cuevas parece transportar por momentos a un tiempo primigenio anterior a la humanidad.

6. Cueva de los verdes, Lanzarote, Las Palmas

Un entorno con 5.000 años de historia, creado por la erupción del volcán La Corona, que dio lugar a un tubo volcánico de 7 kilómetros de longitud hasta la costa. Desde allí este continúa bajo las aguas del mar en el conocido como Túnel de la Atlántida.

La cueva se conoce desde hace siglos, y ya era utilizada por la población para protegerse del ataque los piratas berberiscos durante los siglos XVI y XVII.

7. Las Médulas de León

Las conocidas como Las Médulas, en El Bierzo (León), constituyen un entorno poblado de colinas de tierra rojiza y exuberante vegetación resultado de la actividad minera en época romana.

Consideradas la mayor mina de oro a cielo abierto del Imperio romano, este entorno debe su origen al corrimiento de tierras llevado a cabo para la obtención del preciado mineral. Para ello se construyeron pozos y galerías sin salida que por efecto posterior del agua terminaba derrumbando el terreno y dejando fácil acceso al oro.

Las Médulas de León

Su actividad duró poco más de 100 años, y de ella llegaban a extraerse hasta  20.000 libras de oro al año, según el testimonio que de ello dejó Plinio el Viejo. 

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.

8. Bárdenas Reales, Navarra

Este entorno semidesértico dio vida al Mar Dothraki durante la sexta temporada de Juego de Tronos. Este lugar, declarado reserva de la biosfera por la UNESCO, puede ser visitado y existen rutas señalizadas que es posible recorrer tanto a pie como en bicicleta, a caballo o con vehículos a motor, siempre que se siga la normativa estipulada.

Bárdenas Reales, Navarra

9. Cuevas del Drach, Mallorca, Baleares

En la localidad de Porto Cristo, en el municipio de Manacor, en Mallorca, se localizan las cuatro Cuevas del Drach (Cueva Negra, Cueva Blanca, Cueva de Luis Salvador y Cueva de los franceses) todas ellas conectadas entre sí.

Es una de las grandes maravillas geológicas de nuestro país que entre sus tesoros esconde el lago Martel, uno de los mayores lagos subterráneos del mundo.

Cuevas del Drach

Además desde 1935 tiene lugar cada día un concierto de música clásica con el lago Martel como escenario.

10. Los órganos, La Gomera, Santa Cruz de Tenerife

Se trata del monumento natural Los órganos, una composición de columnas de roca volcánica que recuerda en su composición a los tubos de un órgano de lo que toma su nombre.

Localizado en la costa norte de Valleheroso, este excepcional paisaje debe su formación al enfriamiento del material volcánico erosionado por el mar. 

Un monumento natural compuesto por una serie de imponentes columnas rocosas que recorren los casi 700 metros de altura del acantilado, prolongándose bajo el mar y que solo puede ser contemplado desde el mar o las alturas.