Las aguas de revuelven más que nunca en el fútbol español. A la traumática salida de Leo Messi del FC Barcelona y su llegada al PSG se suma la polémica entorno a las maniobras de La Liga, liderada por Javier Tebas, y su acuerdo con el Fondo CVC Capital Partners SICAV-FIS. El Real Madrid, con su presidente a la cabeza, Florentino Pérez, ya ha anunciado acciones legales y la Real Federación Española de Fútbol ha emitido un comunicado en el que censura que se trata de un acuerdo ilegal.
La RFEF ha acusado la falta de tiempo de la que ha dispuesto para examinar la documentación proporcionada “ante de la Asamblea de mañana”, al tiempo que ha puesto en duda que la LNGP haya dispuesto “de manera completa” toda la información. Sin embargo, con todo, la conclusión que extrae la Federación es que sería ilegal.
La operación, dicen la RFEF, tiene dos partes: la relacionada con la comercialización de los derechos audiovisuales, por un lado; y el resto de negocios de la LNFP, que conforman un grupo heterogéneo, por otro. “En cuanto a los acuerdos entre la LNFP y CVC relacionados con los derechos audiovisuales de los clubes y sociedades anónimas deportivas, la RFEF debe manifestar su oposición. No sólo por razones legales, que indudablemente generarán numerosos litigios derivados del acuerdo y pueden poner en duda su propia viabilidad, toda vez que se pretende forzar hasta el extremo algunas instituciones jurídicas; sino también por razones económicas, dado que se gravan intensamente los derechos de los clubes y SADs para los próximos cincuenta años a cambio de una cantidad de dinero poco significativa”.
Pero “lo más importante es que el acuerdo acrecienta la desigualdad e imposibilita de una manera capital y definitiva una evolución razonable del formato de la competición de fútbol profesional en España, haciendo que en la práctica y en aplicación del acuerdo la competición quede petrificada sin posibilidad de evolución o sólo pueda modificar cuando un tercero ajeno a la estructura deportiva así lo decida o acuerde hecho que vulnera de manera flagrante la ley y el modelo deportivo europeo”. Asimismo, “olvida a los clubes que disputan competiciones no profesionales que, en el momento de su ascenso a la competición profesional, verán que sus ingresos se encuentran reducidos por la retribución de CVC, sin que hayan obtenido ningún beneficio por la aportación de esa entidad”.
La Federación incluso tacha de “poco riguroso y muy oportunista, tratar de traspasar las fronteras de la ley para llegar a un acuerdo económico pésimo y lamentable de cara al futuro de todo el fútbol español y, en cambio, fantástico para un fondo y otros posibles beneficiados”.
En consecuencia, advierten que “no vamos a consentir que se reduzca durante esos cincuenta años la aportación al fútbol modesto que proviene de esos derechos audiovisuales”. Y en lo que respecta al resto de negocios de la LNFP, “la RFEF se limita a constatar que se pretende crear una nueva estructura societaria, cuya única finalidad radica en que el Presidente de la LNFP se convertirá en el Presidente de la nueva entidad, percibiendo además nuevos emolumentos por ello y eludiendo los ya de por si pocos controles que ahora se le imponen.”.
