El Santo Sudario de Oviedo es una de las reliquias más importantes del cristianismo y de la Historia de la Religión en general. Está considerado como la prenda que cubrió el rostro y la cabeza de Jesucristo tras bajar de la cruz, una vez ya fallecido, y se hace alusión a ella en el Evangelio de San Juan.

El Pañolón de Oviedo está depositado en la Cámara Santa de la Catedral de San Salvador pero, para conocer la procedencia e historia de este objeto, hay que remontarse al siglo XI, concretamente al 14 de marzo de 1075, momento en el que recibió su primera mención escrita: en dicho documento se describe la apertura del Arca Santa en el año 1035, un arcón de madera y plata de 72 centímetros de altura que contenía más de 30 reliquias religiosas de incalculable valor, entre las que se encontraba el Santo Sudario. Pero ¿de qué forma llegaron estos históricos objetos hasta España?

El culto mueve (y atraviesa) montañas

En el año 614, el Arca Santa se encontraba en Jerusalén, pero ante el peligro de las invasiones persas, los cristianos palestinos decidieron enviarla a Alejandría. Posteriormente, ante la continuidad del avance persa, el Arca entró a España por Cartagena, donde el Obispo de Écija decidió destinarla a Sevilla y desde allí, finalmente, sería trasladada a Oviedo entre el año 812 y el 842 por Alfonso II de Asturias. El Santo Sudario habría sido depositado en el Arca en el siglo VIII, con el fin de ponerlo a salvo, junto con otras reliquias, de los ataques musulmanes.

La popularidad de estos objetos fue tan alta durante la Edad Media que, a pesar de las dificultades que acarreaba cruzar la Cordillera Cantábrica, los peregrinos se desviaban para ir a admirar estos objetos de culto.

Actualmente, el Santo Sudario solo se expone al público tres veces al año debido a su mal estado de conservación: el Viernes Santo, el 14 de septiembre con motivo de la Exaltación de la Santa Cruz y en su octava del 21 de septiembre. Se encuentra muy arrugado, sucio y contiene varias manchas que no dibujan figura alguna.

La controversia que rodea al Santo Sudario

En torno a este objeto han existido muchas polémicas y controversias, debido a que, hace unos años, se le realizó la prueba del carbono-14 y los resultados lo dataron en un periodo comprendido entre el 1260 y 1390, lo que haría imposible que hubiese cubierto la cabeza de Jesucristo.

Sin embargo, estos resultados son puestos en duda por buena parte de la comunidad científica (y, por supuesto, de la religiosa), debido a que es probable que la reliquia se hubiera contaminado en un incendio en el año 1532, lo que anularía por completo la validez de la prueba. En cualquier caso, el Santo Sudario sigue siendo un elemento troncal del cristianismo y su carácter de objeto funerario de Jesús de Nazaret sigue vigente.