Una persona inmunodeprimida o con inmunosupresión es alguien que se caracteriza por unas condiciones conocidas como “inmunodeficiencias”, por las cuales su sistema inmunológico no funciona como debería. En este sentido, cabe destacar dos clases distintas: por un lado, las primarias, las que son causadas por mutaciones del propio ADN, aunque son las más escasas. Por el lado contrario, las secundarias son las que aparecen después del nacimiento, como enfermos de cáncer o VIH no tratada, los receptores de trasplantes de órganos o de médula ósea y personas que toman dosis elevadas de fármacos antiCD20.

Las inmunodeficiencias también pueden entenderse y tratarse en función de su gravedad. Alrededor del 2,8% de la población estadounidense sufren estas patologías, por lo que el porcentaje en otros países puede ser muy similar.

Inmunodeprimidos y vacuna contra la Covid-19

Las personas inmunodeprimidas presentan una mayor gravedad frente a la posibilidad de infectarse de la Covid-19. Es por esta razón por la que las autoridades sanitarias, concretamente la Comisión de Salud Pública en España, ha aprobado empezar a inocular dosis adicionales de la vacuna a este grupo de población para igualar su respuesta inmunitaria al mismo nivel que el resto de la ciudadanía.

Diversos estudios publicados y prepublicados (sometidos aún a una valoración científica) de Reino Unido dan cuenta de la alta eficacia de las vacunas en estas personas, ya que presentan a su vez altas infecciones de “ruptura”, es decir, pueden infectarse a pesar de tener la pauta completa de la vacuna.

Ante esta cuestión, el inmunólogo Joan Carles March señala a ElPlural.com que la decisión que pondrá en marcha a partir de este jueves el Ministerio de Sanidad es “la correcta”: “En trasplantados hay un incremento de la protección del 40% al 70% con la tercera dosis”. En la misma línea se ha pronunciado este miércoles en rueda de prensa la ministra Carolina Darias: "Se va a comenzar con las dosis adicionales a determinados grupos de personas con inmunosupresión grave", defendía.

¿Cómo son los pacientes inmunodeprimidos?

Tal y como se ha apuntado anteriormente, hay dos categorías de inmunodeprimidos: la congénita (con la que se nace) y la adquirida, y esta condición puede llevar que la persona sea víctima directa de las infecciones con más facilidad: "Esta adquisición depende del grado de inmunosupresión y del tipo de inmunodepresión. La inmunosupresión puede afectar al sistema inmune innato o al sistema inmune adquirido (humoral o celular) o a ambos. En algunos casos tiene predisposición a adquirir ciertas bacterias, en otros casos ciertos virus, hongos o parásitos", aseguró José Manuel Ramos Rincón, coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en una entrevista con Infosalud.

En relación con las vacunas, las personas con estas patologías inmunosupresivas ya han recibido dosis adicionales con anterioridad en otras campañas sanitarias como la de la gripe, inoculada en dos pautas después del primer año desde el trasplante.