La empresa francesa Duralex, famosa por sus vajillas de vidrio templado, ha sido declarada en quiebra por un el tribunal comercial de Orleans, tras 75 años de historia, según adelanta Nius.

La compañía, radicada en La Chapelle-Saint-Mesmin, en Loiret (Francia) comercializaba sus productos en un centenar de países y tomó su nombre de la máxima latina 'Dura lex, sed lex': la ley es dura, pero es la ley.

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El invento del vidrio templado

Duralex tuvo sus comienzos en la empresa fabricante de cristal Saint-Gobain, que en 1939 empezó a fabricar lunas para automóviles. Desarrolló una técnica de vidrio templado a 700 grados y enfriado súbitamente, un proceso que aporta una resistencia especial y en caso de rotura crea unos fragmentos de pequeño tamaño que reducen la posibilidad de cortes. 

En 1945, la empresa empesó a fabricar vajillas con la misma técnica, todo un descubrimienro, que enseguida se popularizó en Francia. El coste del producto para el cliente se reducía.

La empresa desarrollaría después sus vajillas ámbar y verde que entraron en todos los hogares españoles a partir de los años 50. El reclamo, además de su precio, era su resistencia: "Utilícelo como martillo, déjelo caer, golpéelo, hágalo pasar del hielo al agua hirviendo", señalaba la publicidad de la época. De hecho, para probar su resistencia, en la fábrica original dejaban caer una bola de acero de un kilo sobre una plancha de su cristal templado, recuerda el citado diario.