El pasado miércoles se produjo una subasta histórica en Ginebra, Suiza. Las princesas Teresa e Inés de Borbón-Dos Sicilias, primas hermanas del rey Juan Carlos, y los hijos de su hermano fallecido, Carlos de Borbón-Dos Sicilias, pusieron a la venta 100 lotes de alta joyería de la colección de la familia Borbón-Parma.

La sede de Sotheby’s fue el lugar elegido por los familiares del Rey emérito para llevar a cabo esta subasta. Entre los lotes que se vendieron, había nueve piezas que pertenecieron a la monarca de Francia, María Antonieta, que fue ejecutada en la guillotina tras la revolución francesa de 1789.

Con la muerte de su última dueña, la infanta Alicia de Borbón, la familia consideró que era hora de deshacerse de todas las reliquias heredadas generación tras generación y realizar una subasta.

El total, lo recaudado asciende a un total de 38 millones de euros. El artículo que más interesados tuvo y que se vendió por el precio más elevado fue un colgante de perlas que pertenecía originariamente a María Antonieta y que había usado Alicia de Borbón en varias ocasiones, entre ellas, en la boda de la boda de los reyes Felipe y Letizia. Se pagó por esta joya 32 millones de euros, un récord histórico. 

Sobre el récord conseguido en la venta de joyas en una subasta, el jefe ejecutivo de los joyeros Le Vian, Eddie LeVian, ha asegurado que: “El colgante de María Antonieta es sencillamente irreemplazable, y el precio que alcanzó va más allá de la propia joya”.

Otros lotes

Un broche de diamantes de finales del siglo XVIII, que estaba estimado en 70.00 euros, finalmente se vendió por casi dos millones de euros. Por otro lado, una insignia de Luis Antonio de Francia, hecha con zafiro, rubí y diamantes de la Orden del Toisón de Oro, se adjudicó por más de 1.400.000 euros.

En la subasta también se vendieron: una tiara de flores de lis de diamantes, perteneciente a la duquesa María Ana de Parma, por aproximadamente 850.000 euros y un anillo que tenía un mechón de pelo de María Antonieta.