Para los barcelonistas, al margen de las lesiones, de la falta de centrales en la plantilla y de los rocambolescos planteamientos de Tata Martino (entrenador mediocre que nunca debió aterrizar en el Camp Nou), es inexplicable el pasotismo de Leo Messi en los dos últimos meses. Lo tienen claro: ni corre, ni se entrega, ni tiene el mismo compromiso. ¿Mercenario?, como piensan algunos aficionados.

Messi, en plan pasota
Es un hecho. El argentino, ganador de cuatro Balones de Oro consecutivos, ya no es el mimo que antes. Ni corre, ni desborda, ni presiona como antes. Parece un alma en pena sobre el terreno de juego. Anoche, en la final de la Copa, por enésima vez demostró (como ante el Atlético de Madrid en la Champions) que ya no está cómodo (a gusto) en el FC Barcelona.

El Barça, al precipicio
Y todo, desde que se publicó todo lo que cobran Neymar y su padre del FC Barcelona. Desde entonces, Messi –que el verano pasado regaló a Montoro 15 millones de euros para atenuar las presuntas irregularidades fiscales- aconsejado por Jorge, su padre, se encerró en su mundo, empezó a andar en los terrenos de juego y a pasar de todo.

El del Bernabéu, un espejismo
Muchos creyeron que Messi había vuelto al marcar tres goles al Real Madrid (3-4). Ese día se le vio con ganas, pero fue un espejismo. Desde entonces, ni corre, ni se mueve, ni se ofrece a sus compañeros. ¿Por qué este comportamiento del niño de oro del Camp Nou? ¿Por qué se siente maltratado por esta directiva, la del dimitido Sandro Rosell? ¿Por qué cobra mucho menos que el recién llegado Neymar? ¿Por qué no entiende los planteamientos de Tata Martino? ¿Por qué se aburre y ya no trabaja como antes en los entrenamientos? ¿O por qué no quiere desgastarse para llegar a tope al Mundial de Brasil?

Temporada en blanco
Salvo la Supercopa ante el Atlético, el Barça este año, teniendo la Liga a su alcance, ha regalado todos los títulos posibles. Se veía venir. Al pasotismo de Messi, hay que añadir la pésima planificación deportiva de Andoni Zubizarreta (en tres años ha sido incapaz de fichar a un portero y dos centrales), la terquedad de Tata Martino, incapaz de averiguar lo que se traía entre manos y el envejecimiento de muchos jugadores de la plantilla.

El futuro, en el aire
Tanto el de Leo Messi, como el del FC Barcelona. Sí, porque tras esta nefasta temporada. ¿Está legitimado Josep María Bartomeu para seguir como presidente? ¿Habrá elecciones a la presidencia antes del verano? ¿Aunque tiene contrato en vigor, debe seguir el Tata Martino como entrenador? ¿Y vista su incapacidad, Zubizarreta es el director deportivo adecuado para reflotar y remodelar la actual plantilla? ¿Y Messi, aunque le paguen muchísimo más, dejará su pasotismo y volverá a correr la próxima temporada? Integorrantes que se hacen los socios barcelonistas.

La sanción de FIFA
Y recuerdo que a día de hoy, por las 10 graves irregularidades cometidas en la contratación de futbolistas menores de 18 años, la FIFA prohíbe al FC Barcelona realizar cualquier fichaje hasta el verano de 2015. Es decir, que salvo los cedidos Rafinha, Bojan y Deulofeu, nadie de fuera se podrá incorporar a la primera plantilla.

Y por si faltaba algo en Camp Barça Joan Laporta y Johan Cruyff (“Pep Guardiola debe volver cuanto antes”) azuzando a diestro y siniestro y en plena campaña electoral. Es decir, al Barça le espera una larga travesía en el desierto.