Los vecinos de la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid ha sido evacuada este jueves por un simulacro ante un hipotético accidente nuclear. Esta operación ha corrido a cargo de la Escuela Nacional de Protección Civil y Emergencias (Enaproc).

En Rivas se ha imitado la liberación de material radiactivo y por el que se han activado los planes de emergencia para proceder a la evacuación de los habitantes del municipio.

Han participado un total de 274 miembros de distintos organismos como la Policía Nacional, Guardia Civil, a Unidad Militar de Emergencias (UME), la Cruz Roja y Consejo de Seguridad Nacional, contando a la par con la colaboración de la Junta de Castilla y León y los bomberos del Ayuntamiento de Guadalajara.

Para mantener en alerta a la población, multitud de teléfonos móviles de los vecinos han recibido a lo largo de este jueves mensajes de alerta por vía SMS. “Si vives en Rivas-Vaciamadrid, puede ser que recibas un mensaje en tu dispositivo móvil. No te preocupes. Es sólo una prueba", decía el mensaje difundido por Emergencias Madrid.

La relevancia de un simulacro nuclear

En el simulacro han intervenido drones RPAs de la UME y se ha desplegado un puesto de mano del Centro de Coordinación Operativa (CECOP). España, según detalla el Consejo de Seguridad Nuclear, cuenta con cinco centrales nucleares activas, dos de ellas gemelas, es decir, hay un funcionamiento siete reactores.

La necesidad de poner en marcha este tipo de operaciones de prueba viene dada por causas interiores, como la de conocer y saber poner en práctica las reglas de seguridad nuclear que deben cumplir sin excepciones las instalaciones en aras de prevenir de posibles anomalías en el funcionamiento de la central. Por otro lado, también existen factores externos, como la prevención y disminución de las consecuencias de una posible catástrofe de este calado y que podrían perjudicar en gran medida tanto al entorno como a la población cercana.

Gracias a estos simulacros se demuestra la eficacia de los grupos de emergencia, dando a conocer así la capacidad de respuesta de las distintas organizaciones participantes, la agilidad de las comunicaciones, los sistemas de transmisión de datos o la toma de decisiones de última hora en el caso de una catástrofe real.

La catástrofe de Palomares

Y es que la puesta en marcha de esta clase de procesos preventivos viene dada para evitar escenarios de catástrofe como el que ya vivió el país hace décadas atrás. Palomares fue el municipio de Almería que fue el epicentro de un incidente nuclear hace 57 años atrás, en la década de los 60.

Las pedanías almerienses de Palomares y Villaricos fueron testigo del choque entre dos aviones B-52 y un KC-135 del Ejército estadounidense cuando se realizaba una operación de repostaje. El primero de ellos llevaba como cargamento cuatro bombas termonucleares que impactaron en tierra. Pese a que ninguna de ellos llegó a explotar, dos dispersaron por la zona plutonio. Hasta la fecha, las tareas de limpieza han quedado en el limbo entre las Administraciones española y estadounidense, hasta que recientemente el Ejecutivo de Joe Biden sí que abrió la puerta a negociar para acabar este deber pendiente.