El pasado jueves, un vehículo atropelló a tres niñas – de 6, 10 y 12 años - a la salida del colegio Fomento Montealto del barrio de Mirasierra, cobrándose la vida de la más joven de ellas. Una semana después de este grave incidente, la ultraderecha, espoleada desde el diario próximo a Vox La Gaceta de la Iberosfera, ha acusado a La Resistencia de hacer chistes sobre el arrollamiento. Sin embargo, el programa de David Broncano ni siquiera se refería al centro en cuestión, sino al colegio Hayedo de Montealto. Un bulo que ha puesto en la diana al presentador, situándole entre los trending topics de este miércoles.

El periódico de Vox ha señalado a La Resistencia por “burlarse” de la muerte de la niña de 6 años atropellada a la salida del colegio Fomento Montealto de Mirasierra. Basándose en tuits sin siquiera un vídeo que probara sus acusaciones, censuraban un sketch en el que aparecía una niña poseída y el siguiente rótulo: “Colegio el Hayedo de Montealto. Education. Creativity. Freedom”.

“Broncano es un nihilista. Esta gente no respeta nada y se aprovecha de la indulgencia de un país que sí tiene normas éticas y morales. No es humor. No con una niña de 6 años”, afirmaba uno de los tuiteros que se hicieron eco del bulo. Otro, compartió una imagen con el rótulo citado anteriormente, censurando la actitud del programa de Movistar. “El chistaco”, reprochaba otro usuario.

Sin embargo, además de que el sketch se grabó antes de que se produjera el arrollamiento de las tres jóvenes y la muerte de una de ellas, el fin de La Resistencia no era sino parodiar las nuevas formas de educación que implementan algunos centros en España, con nombres llamativos en lugar de “letras” en las clases.

“Tu hijo, en vez de estar en tercero de primaria, está en Sendero, que es el curso anterior a mariposa. En una misma clase tienes a un Usain Bolt,  a un Miquel Iceta, a una Verónica Forqué. Un poco Masterchef Celebrity. Desde luego tampoco hay exámenes porque eso genera ansiedad. La mayoría de los niños va al colegio y va a la Cabaña Mágica”, relataba con humor Jorge Ponce, dando paso a una suerte de niño poseído.