El presentador de La Resistencia, David Broncano, se ha referido a un bulo difundido por la ultraderecha y miembros de Vox como Hermann Tertsch, quienes han acusado al programa satírico de hacer una broma sobre la niña que murió atropellada al colegio Hayedo de Montealto de Madrid

Desde el diario próximo a Vox La Gaceta de la Iberosfera se ha señalado a La Resistencia por “burlarse” de la muerte de la niña de 6 años. Basándose en tuits sin siquiera un vídeo que probara sus acusaciones, censuraban un sketch en el que aparecía una niña poseída y el siguiente rótulo: “Colegio el Hayedo de Montealto. Education. Creativity. Freedom”. Por su parte, el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, escribió lo siguiente en Twitter: "Nos gobiernan canallas que quieren degradarnos hasta caer a su nivel de infamia. Les ayuda gente gente como Álvarez Pallete". Además, en su mensaje el ultraderechista acusa a La Resistencia de reírse la muerte de una niña.  Conocedores de su error, tanto el medio de Vox como Tertsch han borrado sus publicaciones.

Tras ser testigo de las acusaciones, el propio Broncano ha dado su opinión sobre lo sucedido: "Hay muchas formas de demostrar que EVIDENTEMENTE no nos reímos de una tragedia así, y la principal es que el programa se grabó antes del accidente. Quienes deberían avergonzarse son los manipuladores asquerosos que utilizan la muerte de una niña para sus putos fines políticos".

A pesar del extendido bulo, el sketch se grabó antes de que se produjera el arrollamiento de las tres jóvenes y la muerte de una de ellas y el fin de La Resistencia no era sino parodiar las nuevas formas de educación que implementan algunos centros en España, con nombres llamativos en lugar de “letras” en las clases. “Tu hijo, en vez de estar en tercero de primaria, está en Sendero, que es el curso anterior a mariposa. En una misma clase tienes a un Usain Bolt,  a un Miquel Iceta, a una Verónica Forqué. Un poco Masterchef Celebrity. Desde luego tampoco hay exámenes porque eso genera ansiedad. La mayoría de los niños va al colegio y va a la Cabaña Mágica”, relataba con humor Jorge Ponce, dando paso a una suerte de niño poseído.