Los nacidos después del 1 de enero de 2009 en Nueva Zelanda no podrán comprar tabaco en el país. Esta es la decisión que ha tomado este martes el Parlamento neozelandés y que se engloba dentro del paquete de leyes antitabaco de la región oceánica, que busca situarse como referente en la lucha contra el tabaquismo.

En concreto, la nueva normativa, que ha salido adelante con 76 votos a favor y 43 en contra, busca eliminar gradualmente la venta de tabaco, y por eso, cualquier persona nacida a partir de 2009, que hoy en día tienen 13 años, no podrá comprar nunca cigarrillos. Sin embargo, las autoridades neozelandesas confían en que esta decisión acelere la exclusión del tabaco en la sociedad y les acerque al deseo declarado de hacer de Nueva Zelanda un espacio libre de humos a partir de 2025.

En este sentido, cabe destacar que el país oceánico en la actualidad ya es una de las regiones con las tasas más bajas de fumadores adultos entre los 38 territorios que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Para ser más precisos, la OCDE apunta que solo el 8% de los adultos de Nueva Zelanda fuma diariamente. Una tasa que hace diez años se encontraba en el 16%. Asimismo, este porcentaje destaca especialmente si se compara con otros países de la OCDE: Turquía (28%), Chile (24,5%), China (21,5%), España (19,8%), Finlandia (13%), Estados Unidos (10,9%), Noruega (9%) o Costa Rica (4,2%).

Además, la legislación también forzará a las compañías tabaqueras a reducir la cantidad de nicotina en sus productos y recortar el número de puestos de venta en un 90%, lo que reducirá el número minoristas autorizados desde los 6.000 actuales a unos 600 durante el próximo año.

Las sanciones previstas para quienes decidan infringir esta normativa podrían ascender hasta los 150.000 dólares (unos 91.000 euros). “Esta legislación acelera el progreso hacia un futuro libre de humo. Miles de personas vivirán vidas más largas y saludables y el sistema de salud estará mejor al no tener que tratar las enfermedades causadas por fumar, como numerosos tipos de cáncer, ataques cardíacos, derrames cerebrales, amputaciones”, ha defendido la ministra de la rama de Sanidad, Ayesha Verral, quien también ha anunciado que con esta normativa el sistema sanitario estima que dejará de gastar hasta 5.000 millones de dólares neozelandeses (3.034 millones de euros) en enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco (cáncer, ataques al corazón…).

Siguiendo la estela marcada por Bután

Por último, pese a que la normativa aprobada por el parlamento neozelandés pudiera parecer una novedad, lo cierto es que desde el año 2005 Bután ya decidió prohibir la venta y el consumo de tabaco, convirtiéndose de esta manera en el primer país en hacerlo.

Además, Malasia también aspira a seguir el ejemplo de Bután y Nueva Zelanda, y el Parlamento malasio empezó a debatir el pasado julio una propuesta de ley para prohibir la venta de tabaco a los nacidos a partir de enero de 2007.